El SERMÓN DE LA PANDEMIA
El camino hacia una vida desconocida.
Este tiempo es el camino interno al corazón de los dioses, esos seres humanos que solo aceptan
se disponen a perfeccionar lo que hacen.
Bienaventurados los que están aptos para servir y no para ser servidos porque para ellos son el fruto
de lo sembrado .Con las palabras bienaventurados y servidos, no se hace referencia a ninguna ventaja.
Lo material no tiene mayores menciones en la entrega a los demás, es riqueza interna.
El sistema social en más de la mitad del mundo pese a las explicaciones científicas, sus controversias y desconsuelos tienen un incontable número de sobrevivientes que desafiando secuelas han servido de consuelo ejemplo para los nuevos enfermos , e incluso han servido de experimento dígase o no.
El sufrimiento de los terrícolas hoy, no proviene de algo o algún bien, para los que creemos en la supremacía de Dios, diríamos que de él no es.
Los mansos poseerán la tierra, entonces somos testigos de cierta mansedumbre, humildad, amor y bondad ahora que ha perdido valor diríamos (solo para algunos) un poco, los tesoros terrenales y en el propio tiempo se hace necesario ser sabiamente fuerte.
El hambre y la sed de justicia pueden valorarse mejor por la pronta muerte que azota a los sorprendidos por este denominado covid19. Pero además nos está mostrando la gran oportunidad de ser justo contigo mismo y de adaptarse a una vida y forma positivista.
Con los asuntos de salud covidianos han nacido los misericordiosos si, estos que sin pensar en ellos ni en torno a ellos se entregan todavía tiempo extra a costes de insomnios y otros riesgos no menos fatales.
Los pacificadores son y serán los que pese a todas esas condiciones desfavorables mantienen la tenacidad y resiliencia en el cumplimiento.
La Paz que se requiere para respirar hoy está ligada a los perseguidos por las regulaciones del mundo en pandemia por estar contaminados o por querer proteger su labor y retener el sustento ante un mundo irregulado
que permite las desigualdades de diversos modos.
La risa se fue, y su hija la sonrisa se escondió en mantas de protección
Estamos viviendo un tiempo en que hasta los falsos profetas hablan al gusto de sus semejantes como si es ya la transición del viejo mundo a los nuevos tiempos, y con los avances tecnológicos irrebatibles e inescrutables.
Auto corregirnos y auto reconocernos hoy que es un después del día del abrazo negado, el beso perdido y el café frío, que como la leche derramada no pueden recogerse.La ley del amor incondicional tan aclamada, ha filtrado
para que los conmovidos sean voluntarios de la solidaridad, la tan sola fe en la vida y la realización de acciones para conservarla lleva a una especie de reconciliación humana.
Lo divino de lo negativo se presenta y el reto es encontrarlo.
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