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Epitetos, insultos y adulaciones. Todo según les parezca a los hombres etiquetarnos.“Vieja menopausica”, “lunatica”, “llena de silicona” “sesentona”. Cada día millones de mujeres son acusadas, violadas, burladas y utilizadas para venderse en esquinas al mejor postor. Variable que ocurre en todas partes sin que hayan voluntades de parar esos horribles actos que abochornan y nos hacen juguetes de quienes a su manera nos consideran de su propiedad.
Que haya un día internacional dedicado a las mujeres no cambia la realidad cruda que pesa y espanta.
La esencia de la naturaleza le concede a la mujer el privilegio de dar vida a un nuevo ser. Con la variable de que a veces no nos preguntan si deseamos ser madres. Las sociedades, han puesto un sello de que a los hombres se les atiende en todo. Hay que servir el café, lavar la ropa, acostarse con el esposo sin importar si la mujer tiene deseos de complacer en ese momento a su pareja, para una relación sexual. La responsabilidad de criar hijas sumisas y obedientes es de la mujer. Mucho cuidado si mencionas que te “toquetean” en un autobús o si el jefe decide que vas a tener que acompañarlo a un hotel después del trabajo.
Que para un ascenso en el empleo haya que dejarse utilizar sin rechistar. En fin, todo lo que nadie piensa ocurre en pasillos, juntas del empleo y hasta en las más elevadas alcurnias, donde se supone hay mucho pudor y se guardan apariencias; se ven acontecer las más bajas pasiones y no pasa nada.
Una Historia
Cada mujer tiene una historia que define su personalidad y marca un sello indeleble que no hay tinta que pueda borrarlo. Metafóricamente, los versos escritos inspirados en sentimientos y pasiones se simplifican en una sola palabra: Mujer.
Y, es que la mujer ha sido desde que se creó el mundo una polifacética y cómoda conveniencia para que nos juzguen. La profesión más antigua del mundo, como es ser meretriz, se simplifica en una palabra:mujer.
La abuelita que manda a la nieta a hacer un mandado y si se demora es porque estaba provocando a los varones. Por eso es mejor parir varones y no a una:Mujer
Que los delicados modos de enseñar etiqueta y protocolo son mayormente dirigidos a una:mujer
Las quinceañeras violadas por un borracho, tienen que aguantarse, porque calladas es como se tienen que quedar, es un cliché que solo se utiliza para una:Mujer.
Hablar de sexo en la casa es para que los varones aprendan a ir a un cabaret a buscar una puta y hacerse hombres, es lo que el padre machista y abusador enseña y cuidado si escucha una:Mujer.
Las malas conductas se castigan doble si se trata de una: Mujer.
Con siglos de historia y una sola variable, hay que concluir que hoy es igual que ayer y ser mujer es todos los días lo mismo.
Callada y Sumisa
Para que haya paz y no se alteren los maridos, es importante enseñar a temprana edad que a los hombres no se contradicen, que se tiene que dar como bueno y válido que quien elija un auto, nueva casa y hasta el color del vestido para esa cena de negocios para acompañar al marido, es exclusivo del hombre de la casa.
Hay féminas que se adelantan para decir a la visita, es que si fulano sabe que voy a cortarme el pelo todo esta bien, no puedo hacerme nada sin que su opinión sea una “línea”.
“Tengo que tener contento a mi esposo porque el es que paga la renta y las cuentas”
,expresión de una mujer sumisa que disimula su miedo a como dé lugar. No hay que buscar problemas, porque ”si me porto mal tengo que pagar hasta los platos que no rompí”.
Una discusión que termina en golpes, al día siguiente esa excusa de “me caí “ “sin querer ofendí a mi marido con un comentario que lo molestó” “el no es malo, es que yo lo provoco”. Son algunas frases que parecen ensayos de una obra teatral.
Felicitaciones
Con todo lo antes mencionado y a pesar de los avances de progreso que ha traído la denominada:”liberación femenina” el 8 de marzo se regala una flor, en estos tiempos de redes sociales y dominio cibernético se dibujan clichés donde se suben al cielo a las mujeres y hay decenas que se alegran y aceptan todas las adulaciones y las conquistas se “aplauden”.
Hoy es igual que ayer y todos los días es lo mismo.
La estilista, el herrero y hasta los masoquistas tienen sus recursos para sobresalir. Echar por la borda el trabajo de una compañera, es lo que algunas disfrutan y se jactan de contar como una anécdota graciosa por lo que han hecho.
Las conquistas del voto femenino, la inclusión en la cuota femenina en la política y el sueldo que aunque hagan lo mismo, es siempre más alto para los hombres, siguen ahí.
Toca seguir avanzando, no para que seamos iguales, sino para que las generaciones que emergen en este siglo XXI tengan otro matiz. Siempre, por los siglos de los siglos, hay una palabra que no puede disfrazarse ni confundirse:Mujer
Al Margen
Deporvida.net fue creado como una propuesta editorial, plural y con el concepto de mantener bien informados a los dilectos lectores, que nos honran con el favor de su atención. La noticia, que siempre debe estar apegada a la verdad, sin quitar o añadir algo, es narrada con el concepto ético de quien estampa su firma.
Quien suscribe, tuvo una niñez feliz, con el privilegio de estudiar y elegir lo que quería para formar mi futuro. No critico las feministas, en el entendido que cada quien tiene derecho a dejar salir lo que siente. Simplemente, con las experiencias vividas a mis cinco décadas, considero que nos falta mucho por hacer. Educar hijos e hijas con la base del respeto a los demás y pasarles de manera igualitaria la formación integral, educando en el hogar; puede aportar a que esta generación pueda seguir pasando a su descendencia lo que les enseñamos.
Solo se vive una vez y para lograr aportar al ambiente donde nos desarrollamos, se tienen que producir cambios. Lo que un día fue, por lógica mañana no será. Hagamos lo que nos diga el corazón, escucha en el silencio esa intuición que rara vez falla. Hay que empezar ahora, mañana puede ser tarde. Saludos cordiales, dilectos, lectores!