Fe y Trabajo.
Cómo lo hace Al Horford.
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Queridos amigos, aficionados y fanáticos al baloncesto, hoy les traemos una interesante y maravillosa historia de constancia, fe, disciplina, trabajo y ejemplo, del mejor jugador dominicano en la historia de la NBA, y además, uno de los más grandes representantes latinoamericanos en esta disciplina.
Nos referimos al jugador de los OKC-Thunder, Al Horford.
El artículo es autoría original del cronista Nick Gallo, fue publicado el 5 de Marzo de 2021 en el web-site: https://www.nba.com/thunder/story/faith-work-horford-210305 a quien damos agradecimiento por su gentil cortesía de aprobar la traducción al castellano y darnos el derecho de publicarlo para ustedes.
Así comienza, citamos:
AL HORFORD hace el trabajo.
Es su defensa tenaz y embriagadora, su juego y aplomo es impecable desde la posición 5 en el momento decisivo. Ese salto de línea de base con paso de jab es dinero. Hace casi el 60 por ciento de sus tiros de gancho después de intimidar a grandes más ligeros bajo el aro y es una devastadora amenaza de pick-and-pop detrás de la línea de 3 puntos. Hay dos razones por las que Horford es uno de los mejores del mundo: la fe y el trabajo.
Al, creció en Santo Domingo, República Dominicana, se enfocó en la fe para perseguir sus sueños. Si bien Santo Domingo, es una nación insular relativamente pequeña, tiene una sensación de gran ciudad.
Como tal, Horford era un niño de la ciudad enloquecido por los deportes, impulsado por la competencia, que practicaba cualquier deporte que podía, incluido el más popular del país: el béisbol. También jugaba voleibol, corría en pista y, como su padre Tito Horford, jugaba baloncesto.
Los hoopers no son tradicionalmente una exportación dominicana a los Estados Unidos. De hecho, Tito Horford fue el primer jugador nacido en República Dominicana en jugar en la NBA, jugando 63 partidos para los Milwaukee Bucks y Washington Bullets de 1988 a 1993 (pasó tres de esos años jugando en Francia, Italia y Brasil).
Incluso con el pedigrí familiar, Al, sintió el abismo entre él y una vida en la NBA, perseverando en la República Dominicana en condiciones a veces desafiantes que hicieron que un sueño americano se sintiera improbable. Tuvo el apoyo incondicional en su madre, Arelis Reynoso, cuya visión de la vida de su hijo pasaba por alto los obstáculos que tenían por delante.
“Desde muy joven siempre solía decir que quería jugar en la NBA. Eso era algo que parecía muy lejano ”, dijo Horford. «Ella siempre creyó en mí».
“Mi mamá siempre me enseñó a no dejar que esas cosas me depriman o me afecten”, continuó Horford. “Ya sea estar de regreso en la República Dominicana y no tener electricidad en nuestra casa, cosas así en ese momento parecían ser un gran problema, no tener las cosas esenciales. A pesar de todo eso, mi mamá siempre me decía que no pusiera excusas, que siguiera trabajando y siguiera avanzando, que esas cosas pasarían ”.
Si bien no tenía forma de saber si las condiciones para ellos en Santo Domingo mejorarían, la receta de Arelis para lidiar con ellos fue acertada. Fue una de las primeras lecciones para que Al se controlara a sí mismo primero, poniendo su fe en hacer las cosas correctas y siendo diligente como estrategia de vida exitosa.
Al, logró convertirse en un prospecto universitario a través de su esfuerzo cuando era joven, luego hizo un gran cambio de vida al mudarse a Lansing, Michigan, cuando tenía 14 años. Ahí es donde Tito (Su padre) se había asentado después de su carrera como jugador.
Viviendo con su padre, Al, progresó en la escuela secundaria, emergiendo como uno de los 50 mejores reclutas antes de aterrizar en un equipo con destino a Gainesville, Florida. Uniéndose a los futuros jugadores de la NBA Joakim Noah, Corey Brewer y Taurean Green; Horford ayudó a guiar a la Universidad de Florida, a títulos nacionales consecutivos en 2006 y 2007, y los Gators se convirtieron en la primera Universidad en lograr esa hazaña desde los Duke Blue Devils en 1991 y 1992.
FUERZA DESDE ADENTRO
A PESAR DE LOS HUMILDES COMIENZOS, la trayectoria de Horford en la NBA, donde fue la tercera selección general en el Draft 2007, fue fluida.
Horford comenzó todos los partidos que jugó como novato para los Atlanta Hawks y continuó creciendo al formar parte del equipo All-Star en temporadas consecutivas con solo 23 y 24 años. Al año siguiente, la temporada 2011-12 de 66 juegos, detuvo en seco a Horford. Un músculo pectoral desgarrado lo obligó a perderse los últimos 55 juegos de la temporada. Fue entonces cuando se apoyó en el tipo de creencia interior que su madre inculcó no solo en él, sino en Dios.
«Mi primera lesión importante en la NBA, fue algo que realmente me hizo cuestionar muchas cosas», dijo. “En ese momento de mi vida, lo que me ayudó a superar eso fue mi fe. Eso es algo que ha sido esa herramienta para mí para hacerme creer que puedo volver, que puedo ser el mismo o incluso mejor jugador. «
Horford respondió, estadísticamente, a esa adversidad con la temporada completa más productiva de su carrera: 43 dobles-dobles, la sexta mayor cantidad en la NBA, y promedios de 17.4 puntos, 10.2 rebotes, 3.2 asistencias, 1.1 bloqueos y 1.1 robos, jugando 37,2 minutos por partido (lo más-alto en su carrera). Su impacto en ganar más allá de la puntuación de caja también fue claro. Su equipo ha llegado a los playoffs en todas las temporadas de su carrera.
Horford generalmente siempre ha visto el panorama en términos de ajustarse a lo que es mejor para su equipo. También puede deshacerse de versiones anteriores de sí mismo para adaptarse a la cambiante naturaleza del juego de la NBA.
Defensivamente, Horford puede jugar en cobertura de pantalla a la defensa de pick-and-roll. Puede cambiarse a alero como el dos veces MVP reinante de la NBA, Giannis Antetokounmpo, contra quien Horford tuvo éxito a la defensiva en los dos enfrentamientos contra los Milwaukee Bucks esta temporada. La moda a la defensiva para los centros en estos días se está basando en una cobertura de caída. Horford también, puede ejecutar esa cobertura para servir como protector.
«Su juego es tan transferible», dijo el entrenador en jefe del Thunder, Mark Daigneault. “Es tan impactante en ambos extremos. Es un jugador de equipo. Eso es lo que más me llama la atención «.
“Es un líder. Es un ganador. Él sabe lo que se necesita para ganar ”, agregó el alero del Thunder, Darius Bazley.
Al Horford
El ejemplo más claro de confianza en uno mismo y adaptabilidad es el historial de su tiro de tres puntos desde el arco. A lo largo de sus primeras ocho temporadas en la NBA, había anotado solo 65 triples en total, 36 de los cuales llegaron en la tercera de sus cinco temporadas All-Star, en la campaña 2014-15.
Al año siguiente, Horford septuplicó sus intentos de triples al llevarse 256 mientras jugaba los 82 partidos, lanzó un 34,4 por ciento y fue nombrado All-Star una vez más.
Esta temporada con el Thunder, está tomando la mayor cantidad de triples por juego de su carrera (5.5) y haciendo el 35.6 por ciento de ellos, su tercera mejor marca desde que adoptó el tiro de tres puntos de manera consistente.
«Siempre estoy pensando en la rutina, en entrar todos los días, trabajar, mejorar, seguir creciendo, seguir aprendiendo», dijo Horford.
BRINDAR ESPERANZA CON EL EJEMPLO.
HORFORD NO SE HA PERDIDO un juego por causa de alguna lesión en esta temporada, aunque se quedó fuera de seis partidos después del nacimiento de su hija, Nova. Horford y su esposa, Amelia Vega, tienen cuatro hijos y, a pesar de la pandemia mundial de COVID-19, trasladaron a su familia a Oklahoma City al comienzo de la temporada.
Horford y Vega, son nativos de Santo Domingo, ella Miss Universo 2003, se casaron en su ciudad natal en 2011. La pareja es extremadamente activa en la República Dominicana visitando a abuelos, tías y tíos con la mayor frecuencia posible. Desde la reconstrucción de canchas de baloncesto hasta la realización de campamentos de baloncesto, donaciones o el suministro de equipos de baloncesto, Horford tiene como objetivo proporcionar a la próxima generación de jóvenes en su país de origen, más estabilidad y conexión con el mundo más allá de Santo Domingo.
«Estamos yendo constantemente allí en la temporada baja», dijo. «Una de las cosas que me gusta hacer son los campamentos de baloncesto y asegurarme de ayudar a la próxima generación y enseñar valores, pasar tiempo allí y enseñar los fundamentos del juego».
Horford también se ha enfocado en la educación para invertir en la gente de la República Dominicana, brindándoles más que solo suministros para el día o un sueño de baloncesto, sino una verdadera esperanza para un futuro mejor.
«Tenemos un vínculo muy, muy fuerte y siempre estoy pensando en maneras de ayudar allí», dijo Horford. “Realmente me calienta el corazón, el solo hecho de poder marcar la diferencia. Simplemente me da perspectiva. Estoy muy agradecido. Todos los días que me despierto soy muy consciente de dónde estoy y de las cosas que tengo «.
Horford, ganador en múltiples ocasiones del premio NBA Cares Community Assists Award, también donó $ 23,000 a Direct Relief International para apoyar los esfuerzos de ayuda en Japón y el Pacífico después del tsunami en 2011. En abril pasado, Horford donó $ 500,000 en alivio de COVID-19 en seis diferentes lugares, que incluyeron cada parada en su trayectoria de vida hasta ese punto: República Dominicana, Michigan, Florida, Atlanta, Boston y Filadelfia. Ya sea dentro o fuera de la cancha, una cosa está clara: tanto a través de su fe como de su trabajo, Al Horford eleva a todos los que lo rodean.
«Todo mi propósito en la vida es agradar a Dios, asegurarme de que estoy haciendo su voluntad y que estoy viviendo mi vida en ese ejemplo», dijo. “Basándome en eso, así es como voy con mi vida y luego el resto de todo encajará en su lugar, ya sea siendo un jugador de baloncesto, ser el mejor padre, el mejor esposo y simplemente tratar de ayudar a todo el que pueda en el camino. «
Agradecemos la gentil cortesía de quienes cedieron la historia para el disfrute de ustedes,
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NICK GALLO
REPORTERO DE MEDIOS Y EDITOR DIGITAL