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Una rica fuente de vitaminas y minerales es el apio. Una verdura de muy peculiar aroma que no sólo inunda la cocina con su rica fragancia sino que además posee numerosos efectos positivos en nuestro organismo, por lo que muchos lo señalan como un importante alimento que no debe de faltar al momento de preparar una ensalada, un rico jugo o cualquier otro plato que se nos ocurra con él.
Según algunos investigadores el apio se asocia con el buen funcionamiento del sistema digestivo y cardiovascular, ya que el apio es rico en nutrientes con efecto antioxidante como los polifenoles, taninos y flavonoides. Además de apigenina, nutriente que contribuye a la buena salud cardíaca.
Su consumo aporta muy pocas calorías, menos de 15 kcal por cada 100 g, por lo que se considera un alimento apto para dietas que buscan la pérdida de peso.
Esos 100 gr de apio poseen vitaminas B y K, así como ácido fólico y minerales como:
Calcio: 55 mg
Sodio: 126 mg
Potasio: 341 mg
Fósforo: 32 mg
Fibra: 1,8 g
Agua: 95,4 g
Proteínas: 1,3 g
E Hidratos de carbono: 1,3 g
Por lo que tiene excelentes propiedades dietéticas, por sus características saciantes y diuréticas, así como depurativas, debido a que, 90 % de su composición es agua.
Por la cantidad de fibra que contiene es fuente, favorece el proceso digestivo y el tránsito intestinal, resultando muy útil para evitar el estreñimiento y la hinchazón abdominal.
El apio suele ser recolectado y vendido durante los cuatro meses comprendidos entre diciembre y marzo.
Existen diferentes variedades de apio, siendo las más conocidas el blanco y el verde, así como un pariente, el apionabo o raíz de apio, del cual se consume el bulbo subterráneo.
¿Cómo se puede consumir?
Este delicioso y perfumado ingrediente es estupendo como acompañante dips y cremas untables, por lo que es habitual utilizarlo como aperitivo alternándolo con zanahorias peladas.
Cocinado, es muy rico en guisos, sopas y asados, siendo parte integrante de muchas salsas, caldos y fondos básicos en la cocina.
La penca o parte blanca del apio es le más valorada a nivel de la cocinaya que es donde se concentra la mayor parte de su sabor y aroma. Sin embargo, muchos aprovechan sus hojas para hacer salsa pesto o sal de apio con la que se le da un toque extra de sabor a las comidas hechas al horno o a la plancha y finalmente para preparar una vinagreta que aromatice nuestras ensaladas.
Cómo conservarlo
Debido a su alto contenido en agua, no se recomienda congelar el apio, ya que pierde parte de su sabor y textura. De hacer falta es mejor deshidratarlo secándolo en el horno o preparar una salsa con este ingrediente que después sí podrá ser congelada.
Algunas recetas con apio
Apio relleno es excelente para ir calentando motores.
INGREDIENTES
- 200 gramos de Queso crema
Sazonar al gusto y mezclar bien los ingredientes anteriores. Colocar el relleno en las cuencas del apio. Colocarlos en el refrigerador por 5 minutos para que se integren todos los ingredientes.
Ensalada crujiente marroquí
INGREDIENTES;
- 1 Pimiento rojo,
- 1 Pimiento verde,
- 1 Cebolla morada,
- 1 Guindilla,
- 1 Apio grande,
- Perejil fresco un manojo,
- Menta fresca un puñado de hojas,
- Aceite de oliva virgen extra,
- 30 ml, Zumo de lima o limón
- sal y Pimienta negra molida.
Elaboración: Lavar bien y secar todos los vegetales. Picar bien los pimientos desechando las semillas. Picar también fino la cebolla roja y el apio, pelando los filamentos si hiciera falta. Abrir la guindilla, retirar las semillas y picar muy fino. Mezclar todos los vegetales en un cuenco amplio. Picar bien el perejil y la menta y añadirlos a la mezcla. Salpimentar al gusto y aliñar con aceite de oliva y zumo de lima o limón recién exprimido.
Solo nos queda decir buen provecho.