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Los nuevos tiempos han tergiversado la esencia del rol de los padres en las sociedades del mundo.
Enseñanzas, inculcar valores, dar ejemplos de lo que predicamos, fundamentar valores espirituales, civismo; entre otras cosas son algunos de los ejercicios que los padres tienen la obligación de hacer. Esto inicia, desde el momento en que se tiene en brazos al fruto del amor entre una pareja, que ha decidido concebir un hijo.
Hablar acerca de temas sexuales, drogas, masturbación,relaciones entre parejas del mismo sexo, religión y hasta conversar acerca de deportes, es igual de importante que comer, hacer chistes, llorar juntos y discutir los límites que separan la confianza y camaradería entre padres e hijos, es algo importante definir.
Una madre debe explicar a su hija de 9 años que así como es importante salir limpia y agradable a la calle, también es bueno que sepa que debe cuidar su cuerpo. » Nadie puede tocar sus partes privadas bajo ningún concepto».
Si un adolescente hace preguntas acerca de la masturbación, no se puede regañar y dejarlo con dudas acerca del tema. El tema tiene que ser manejado de acuerdo a su edad. Vivir ese proceso es cosa de Padres e hijos. Dar sus espacios a los hijos, sin acosar sin límites el diario vivir familiar es otro aspecto importante.
Un niño que juega a que tiene su novia y la besa efusivamente, una vez que un padre nota lo que esta haciendo, no se les puede salir al hijo con que :» Eso es malo». El efecto que esas palabras producen en los niños es de confusión.
Los padres tenemos que romper las barreras de la ignorancia, en los tiempos que estamos viviendo hay que hacer que el clima de confianza sea lo más cercano posible con los hijos. Inclusive, para evitar que la familia se aleje por otros intereses como por ejemplo la tecnología, que hasta de un móvil permite que los hijos quieran estar constantemente jugando y haciendo búsquedas en internet, hay que escoger un día para hacer una tertulia familiar y que todos hablen de temas, que bien pueden ser los antes mencionados.
Hay que saber usar todos los recursos, para despejar dudas, creencias mal infundadas y aperturar el ambiente para escuchar preguntas que en los años 80’s eran «prohibidas» en el hogar.
Los hijos deben ser provistos de lecturas acerca de los cambios que han de experimentar sus cuerpos con el pasar de los años. Las hembras y varones, tienen que leer acerca del proceso del paso de niña a mujer y luego que se lean los libros, en una tertulia de familia, hablar sobre lo que han leído para confirmar que la información adquirida en esas lecturas están siendo asimiladas correctamente.
Los debates entre hermanos y hermanas, los acerca más y así los padres tienen garantías de que ambos tienen de primera mano información correcta. Evitar embarazos en la adolescencia, el uso de preservativos cuando decidan que están listos para comenzar sus vidas sexuales, es la mejor medida. No se puede esperar que ocurra el hecho para tomar precauciones.
Los padres, no somos jueces para fiscalizar cada acción incorrecta, pero es un deber establecer lo que se puede hacer y lo que no. Una vez el joven se va a la universidad, hay que dejarles siempre en claro que estamos para escucharlos y acudir a sus llamados cuantas veces sea necesario.
El dinero o las tarjetas de debito o crédito, no son para «francachelas» es la manera más fácil de ahorrar el pago de dinero por cada vez que se envíe las mensualidades donde están estudiando.
El tener buena comunicación con los hijos, no significa que somos sus «amigos». La responsabilidad y diligencia con que tratamos a nuestros hijos es como una herencia que traspasamos a la prole.
Sea cual fuere el asunto, hay que estar listos para escuchar lo que ocurre en nuestras casas y lo que preocupa a la familia es un tema que hay que tratar de «emergencia».
Señales de Alerta
- No se puede permitir que los asuntos de la familia sean conocidos primero por terceros. Todo lo que se va a hacer se tiene que hablar en familia.
- Excesiva confianza a la hora de discutir. Un hijo no puede levantar la voz, la mano o ridiculizar a sus padres.
- Un hijo «jamas» puede desobedecer las órdenes que se les han pautado en casa.
- Criticar con terceros las acciones que no les parecen » justas» a los hijos a nuestras espaldas.
- Tocar inapropiadamente las partes privadas de los hijos delante de familiares o amigos y hacer comentarios que abochornen a los hijos.
- Desconocer las preferencias y gustos de los hijos. Como por ejemplo, comidas favoritas, entretenimientos, entre otras cosas.
Sea cual fuere el asunto, no se puede tolerar que un vecino o mejor amigo de nuestros hijos, se enteren primero de lo que esta pasando en sus vidas.
De ser así, es un indicativo que algo anda mal en la familia y como padres tenemos que revisarnos, porque hay faltas que pueden hacer perder la capacidad de mantener la armonía y el control en nuestros hijos.
Seamos claros, ser cordial, respetuoso y divertidos con la familia, no se puede mezclar cuando el regaño, castigo y prohibiciones se tienen que ejercer. Los padres son siempre iguales en todos los tiempos. La autoridad no se puede perder, sobre todo en un mundo que muestra cada día que hay mil y una forma de ser un ser humano común y que la tecnología ha llegado para enamorarse por internet, hacer compras y vivir dentro de un sub mundo que no admite reglas.
Alerta padres, no perdamos el mayor tesoro que tenemos. Afananense para mantener la buena comunicación, respeto y valores con nuestras familias. Es lo único que nunca pasa de moda.