Haití: Encrucijada de nunca acabar

Arelis Reynoso
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La segunda vuelta de las elecciones de Haití fueron suspendidas a solo 48 horas de realizarse. El tribunal electoral, atribuyó la medida a «Razones de seguridad».

El país caribeño es protagonista mundial de cada acción de relevancia que acontece en su suelo. Ser vecinos de República Dominicana les da grandes ventajas a ese sufrido pueblo, que a pesar de lograr primero que muchas naciones su independencia y establecer una constitución enfatizada en sus creencias e idiosincrasia es el país más pobre del hemisferio.

HAITI PROTAGONIZO UNA POLEMICA CONTIENDA ELECTORAL
HAITI PROTAGONIZO UNA POLEMICA CONTIENDA ELECTORAL

El montaje de las elecciones a parte de altos costos de la campaña electoral era un desorden organizado. Solo el partido oficialista era según el criterio de los que rehusan dejar el poder, la opción que garantiza gobernabilidad.

Un pueblo indignado y consciente de su realidad se indigna y evita dejarse manipular de quienes por estar en el poder, creen pueden hacer lo que se les antoje. Y, este ha sido el caso, porque la gente desde que notó movimientos irregulares de la campaña electoral se unió y decidió protestar.

No se vale incendiar neumáticos, tirar basura en las calles y obligar a los que no están en la protesta a que se unan. Pero, que el pueblo se deje sentir con fuerza y decisión es legítimo.

Desde el terremoto ocurrido en Haití, son muchos los millones de dólares que ha manejado el actual presidente para reconstruir su país. Sin embrago la irresponsabilidad y la carencia de experiencia de estado, sumado a las alegres campañas internacionales que buscan poner el dedo en «la pobreza» que hay en la isla es un cuento de nunca acabar.

La idiosincrasia del pueblo haitiano está enraizada en siglos de historia, donde las dictaduras controlaban a su manera el modus vivendi de Haití. Hoy en pleno siglo XXI siguen los mismos problemas en un entorno viciado de corrupción, oportunismo y saqueo legal. Los haitianos, no han podido apreciar los aportes que les dan a diario sus vecinos dominicanos, que desde que hay un problema en Haití son los primeros en darles la mano; no se puede esperar que haya progreso y democracia en su suelo.

Francia, Canadá y Estados Unidos han hecho como Juancito alimaña (ni miran para allá) y dejaron abandonados a su suerte a un pueblo que necesita que alguien los convierta en sus colonias, porque es un pueblo que se rehusa a avanzar y sus ciudadanos están ambivalentes sobre si les conviene decir que son haitianos o no.

El devastador terremoto que cegó cientos de vidas ese fatídico enero y arrasó gran parte de sus edificaciones, parece que se llevó consigo la voluntad de resurgir y reorganizarse. Han convertido en un negocio, la incapacidad e ineptitud de los que gobiernan Haití. Ni siquiera el palacio presidencial se ha reconstruido y las viviendas que se donaron son vendidas a los que hoy las ocupan.

La prensa internacional, se ha hecho de la vista gorda y ya ni se muestran imágenes de lo que pasa en Haití.

La fuga de presos condenados por homicidios, robos, violaciones, estafas y otros delitos se comenta fueron a parar a República Dominicana.

Con todo y el apoyo del estado dominicano, que fue el único país que los auxilio primero y abrió su frontera para que por los aeropuertos dominicanos llegaran las colaboraciones que de todas partes del mundo se desbordaron a ir en auxilio de Haití, han quedado en el olvido.

Université Roi Henri Christophe
UNIVERSIDAD ROI HENRI CHRISTOPE DONADA POR REPUBLICA DOMINICANA

Los hospitales y clínicas privadas recibían pacientes víctimas del terremoto por docenas cada hora y los hogares dominicanos que dieron acogida a los afectados son miles. Esto, sin embrago nadie lo destaca. Atacar al vecino país que les ha permitido sobrevivir, porque el comercio fronterizo se abre con regularidad y el libre comercio entre ambas naciones deja jugosos dividendos, al parecer no es considerado para quejarse y tratar de vender la idea que los dominicanos no quieren a los haitianos.

Cada vez que un político haitiano tiene un negocio con un tercer país, ponen a República Dominicana en una especie de paredón. Poner vedas a productos de la canasta básica como pollos, huevos y algunos rubros, es el deporte favorito de los poderosos empresarios haitianos. El asunto es bloquear los productos que ellos negocian con otros países. Pero, también el estado dominicano ha sido tímido en reclamar sus derechos y cada vez que hay una veda no hay autoridad en República Dominicana que tome medidas para poner en su lugar a las «bocinas» del gobierno haitiano que anuncia que no compraran ciertos productos.

La comunidad internacional no se instala a investigar esa realidad, es más fácil tomar de la ONG’s informaciones sobre «derechos humanos» y etiquetar al pueblo dominicano como abusivo, racista y excluyente.

Las construcciones de carreteras, en Haití se están haciendo en su mayoría por ingenieros dominicanos y la mano de obra es básicamente haitiana. Acerca de la reconstrucción de escuelas y hospitales, excepto una universidad que donó el estado dominicano al pueblo haitiano, no he visto reseñas. Por cierto, esa universidad que por derecho le competía a los dominicanos ponerles el nombre que ellos desearan porque las donaciones se reciben íntegras, termino con el nombre que los haitianos quisieron. Y, como siempre salieron ganando los inteligentes y sufridos nacionales haitianos.

Los migrantes haitianos que pasan la frontera como «perros por su casa» y se instalan en suelo dominicano es otro drama. Mujeres parturientas, ven en los hospitales dominicanos sus tierras prometidas para sus proles. Hay inclusive rumores que en ciudades fronterizas las autoridades negocian dotar de documentos a nacionales haitianos para que vivan en suelo dominicano sin problemas. Rumores que cobran fuerza y que pudiesen ser documentados si el estado dominicano se mete de lleno en exigir a los gobernadores que les den razón de la validez o certeza de esas alegadas irregularidades que son un secreto a voces.

Con relación al tema de «legalizar» ciudadanos que emigraron a República Dominicana de manera irregular, es el único país en el mundo donde ellos pueden tener ese privilegio. Qué exijan documentos en Estados Unidos por ejemplo a ver si se los dan.
La constitución. Haitiana establece que:»Los descendientes de hijos de ciudadanos de Haití nacidos en cualquier lugar del mundo mantendrá la nacionalidad de sus progenitores».

TARJETA DE RESIDENCIA DOMINICANA
Una de las residentes haitianas que legalizó su estatus en República Dominicana.

En República Dominicana, se está dotando de documentos a hijos de nacionales haitianos que han vivido por décadas en suelo quisqueyano. Los alegatos, de los jóvenes que quieren inscribirse en universidades, por ejemplo o personas que deciden viajar a otros países, exigen documentos alegando derechos y su propio gobierno haitiano, tiene años que no emite actas de nacimientos.

La comunidad internacional, que tanto se preocupa por solidarizarse con Haití, debe unirse y crear un fondo para que los haitianos tengan sus documentos haitianos, mismo que deben emitir autoridades haitianas, pero que en su defecto las exigencias van directas al estado dominicano.

Compartir la Isla, nunca ha sido problema, cada país tiene sus independencias, banderas, escudos, himnos y soberanías. Lo que se vive en el plano real, es la falta de voluntad de hacer cumplir las leyes. Esos diálogos que se suscitan entre los cancilleres por disposición de sus respectivos presidentes, no han resuelto nada. El descrédito que ha conseguido República Dominicana por este asunto de la «legalización» a nacionales haitianos y la falta de formalidad en establecer acuerdos, me remontan a los españoles que hacían uso de monumentales papeles para dejar avalados acuerdos fronterizos y territoriales llamados elegantemente «tratados». Bajo las leyes de sus países, establecían privilegios y otros beneficios por ejemplo donde sus ciudadanos podían visitar sin visas determinados países.

He puntualizado solo una muestra de los reales problemas que hacen de Haití una nación pobre para lo que les conviene ya que siempre los recursos para salirse con la suya los sacan hasta de las piedras.

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