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Tal como pronosticamos hace par de semanas, acerca de la gran final de la NBA, terminó sin desperdicios la «épica» serie. Cleveland con Lebron James a la cabeza logra junto al equipo llevar un campeonato a su ciudad.
Pronósticos, ataques, pesimismo, dudas y hasta comparaciones risibles adornaron las redes sociales que se convirtieron en más que interactuar sin barreras todas las fronteras, en guerras de dimes y diretes. Devaluar la reputación de un jugador completo que no se amilana ante críticas, es lo que el mundo que siguió la final de la temporada 2015-2016 pudo apreciar en su máxima expresión.
Las pasiones desatadas por los fanáticos que «sueñan» con tener en sus equipos favoritos al autodenominado King, se dejaron sentir tras la ventaja de tres juegos ganados como logró el ex campeón, Golden State en el inicio de la serie, pautada a 7 juegos y donde el ganador de 4 partidos se convertiría en el nuevo campeón de la mejor liga de baloncesto del mundo.
Los expertos cronistas y comentaristas hasta del juego de «pisa cola» que opinaron en redes sociales, de que ganar más de 70 partidos en la NBA era un comodín a lograr revalidad el título, se les cayeron sus «doctas» opiniones.
Ver por TV juegos de NBA, acceder a los portales de baloncesto y leer cuantos análisis y comentarios hay, expuestos en internet hace pensar a los fanáticos y periodistas que sus conceptos serán siempre los más acertados.
El domingo 19 de junio del 2016 será recordado, porque una vez más vivimos el postulado que «no hay nada escrito en el deporte».
Curry VS Lebron
Los talentos de Stephen Curry y la experiencia y versatilidad de Lebron James, deja un interesante debate en el ambiente de baloncesto. No es lo mismo ganar un premio y validar una temporada en función de implementar nuevos récords, romper otros e igualar hazañas, que confundan libra por libra el dominio de un jugador de una trayectoria de más de una década. Como es el caso de ambos jugadores principales en sus respectivos equipos de la serie final.
Si se tratara de deportes individuales, es perfecto sacar los libritos y comparar. El baloncesto es un deporte de actitud, se pueden tener habilidades y no saber jugar en equipo. De igual manera se puede jugar para que el equipo mueva el balón y limitar las capacidades individuales para hacer posible que fluyan las canastas de tres puntos, jugar debajo de los tableros para asegurar los puntos y de paso conseguir una falta personal, en fin el baloncesto no es simple. Correr de extremo a extremo, los minutos que designe el dirigente, es agotador. No se juega en patines, aveces se corre con dolores en el cuerpo, lesiones que arriesgan al deportista a perder facultades, en fin un rosario de realidades ignorados por fanáticos y encima castigados por comentaristas, que reciben un sueldo por hablar lo que a su entender es lo que deben hacer los que están jugando en el quinteto.
Los errores mentales, faltas personales sucias y en una conferencia de prensa burlar a los contrarios por una victoria «arrolladora» es como una avispa que pique en la nariz. Corres, te hechas agua y persigues no a la que te picó, sino a todas las avispas;por supuesto en el próximo partido.
Parafraseo, lo que aconteció entre Lebron y Curry en el partido número 4. Eso de mofar al jugador más completo de la liga, que declinó ganar millones para seguir coleccionando campeonatos en otro equipo y regresar a su ciudad y ayudar a armar con optimismo y pasión el equipo que ganó en buena lid el campeonato, pasará a la historia reciente cómo la voluntad es capaz de «mover canastas».
En el papel, la temporada de ensueño de Golden State y Curry se perdió en el momento que pensaron estaban ganados. Para jugar baloncesto y cualquier deporte hay que terminar la serie y en base a los resultados gritar, tatuarse las figuras que les plazca y sobre todo analizar hasta las declaraciones que se dan al final. Total, la serie no pasa de los 7 juegos, los equipos no se mudaran de ciudad y los dueños de franquicias ganaran en cantidades iguales lo que previo al inicio de la temporada la liga les garantiza. Negocios son negocios y en la NBA aunque pierdan sus equipos los dueños ganan.
Fiesta en Cleveland
La sequía que se apoderó de la ciudad de Cleveland durante décadas, germinó el pasado domingo con el primer campeonato que un deporte profesional lleva a la ciudad del estado de Ohio. Por lo menos se rompe el maleficio en baloncesto ya que los Indios, equipo de béisbol luchó por un campeonato y nunca logró el sueño.De igual manera esquí sobre hielo, fútbol americano, entre otros deportes que por tradición se juega en el estado.
Lagrimas, risas, derroche de toda clase de bebidas y finos tabacos fueron vistos en el camerino del equipo que visitó Golden State, para según jugadores y fanáticos salir por la puerta de atrás.
Cleveland, llegó como «Apaches» en tierra ajena a jugar el séptimo y último encuentro de la serie. Publicidad de todo tipo, boletos que sobrepasaron los 15 mil dólares por persona, entre otras excentricidades se escuchan a solo horas de finalizar ese partido que se decidió en los minutos finales. Irving,Love,JR Smith, Thompson y Lebron no se «rajaron».Jugaron como los grandes, en calidad de visitantes, se pusieron la armadura para irse con él éxtasis de la Victoria dejando a los dueños de la casa y hoy ex campeones de la liga, vestidos y alborotados y con la agonía de una derrota que les deja moralejas a granel a los que pasaron meses, horas, minutos y segundos alimentándose de comentarios tan cacareados como:»Con el récord de Golden State en serie regular es imposible no ganar este campeonato».