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La pornografia infantil es como un cancer que no logra detenerse. Niños de todas las edades y de cualquier etnia son afectados por desalmados que hacen negocio vendiendo vía internet, fotografías y todo lo que alimente el morbo de gente enferma que desata sus bajos instintos con el criminal acto de abusar sexualmente de niños y niñas inocentes.
Diversos medios alrededor del mundo han reseñado en primeras planas el drama que no escapa ni siquiera de la religión. Sacerdotes, pastores y hasta monjas han sido denunciados por la horripilante causa de pederastia.
Orfanatos, infantes que asisten a escuela inicial y hasta en sus casas rodeado de familiares, se han descubierto aberrantes abusos.
Interrogantes
Qué motiva a un adulto abusar de un menor? Cómo se puede detectar que un menor está siendo tocado inapropiadamente? Se puede sanar un infante luego de ser abusado?
Estas y otras interrogantes me retumban en la mente cuando me entero de un caso, que lamentablemente es un crimen que es más común de lo imaginamos.
La frecuencia de un abuso no la detiene nada, el abusador usualmente se vende como un ser de paz que les inculca a los niños que es buena persona y trata de ganarse la confianza dando regalos a sus víctimas.
Una madre que por necesidad deja a sus hijos al cuidado de terceros, tiene que estar alerta. Las señales usualmente no son palpables hasta tanto el daño es extremo.
Alerta roja
La mejor manera de educar a los niños para explicarle en lenguaje llano como debe ser su conducta cuando papá y mamá no están, es hablar directamente por ejemplo, que no se sienten en las piernas de nadie. Que sus partes privadas no las toca otra persona, dejarles saber que deben decirles lo que pasa cuando entran al baño y alguien quiere ver sus partes o tocarlos.
Sin malicia y en un tono amoroso, es tarea de los padres educar sobre esos tópicos a sus vástagos.
Los depredadores sexuales tienen fijaciones con ropa interior, en la mayoría de los casos, finge una inocencia que logra persuadir y es ahí que envuelven a sus presas.
Es inaceptable permitir que un niño asista a un paseo sin la supervisión de personas calificadas.Usualmente, las escuelas tienen viajes culturales que ameritan salir de la ciudad.
in embargo, un padre responsable tiene que saber quiénes estarán a cargo de sus hijos. Lo más indicado es que se ofrezcan de voluntarios para estar cerca de las escuelas y asegurar que sus hijos estén rodeados de personas sanas.
No basta
Tener una niñera de confianza y contar con la ayuda de familiares cercanos que se puedan hacer cargo de cuidar por varias horas a las criaturas, no garantiza que los niños están seguros.
La complejidad de educar en estos tiempos obliga a las parejas hacer dinámicas para tratar de estar uno de los dos presentes en la crianza de los niños.
El peligro es tal, que muchas veces un tío que se pasa de protector, por ejemplo abusa desde temprana edad de un menor. Es vital que no se confíen en que los varones se pueden dejar sin problemas, porque el depredador sexual no le importa ese detalle.
Es tal la enfermedad que sus bajos instintos les deja espacio para violar por igual a hembras y varones.
Refugiados prostituidos
Desde que se desató el conflicto en Siria y otras ciudades envueltas por guerras civiles, gente que huye de la violencia de sus comunidades, entre otras razones; esa huida de personas hacia otras naciones ha desatado redes de trata de personas en todas partes donde están los refugiados.
Denuncias que se reclutaban niños y niñas para esclavizarlos sexualmente en las calles, alegadamente en horas nocturnas, se filtraron por unos meses y ya no se habla del asunto.
Las redes sociales, son una especie de imanes que atraen la llamativa forma de cuatreros inescrupulosos que se dedican a buscar los lugares donde transitan los migrantes para ir en persona a ofrecerles a los padres «negocios» con sus hijos.
No se explica cómo es posible que tan fácilmente se dejen convencer de entregar a sus proles a extraños.
Lo cierto es que los paises tienen que hacer esfuerzos más extremos para castigar de manera ejemplar a depredadores sexuales.
Ojo avisor
Es oportuno, hacer un alto en la zona de comodidad que cada adulto tiene en sus entornos, urge que en los vecindarios haya gente dispuesta a aportar su cuota de velar por nuestra niñez.
Con tanta facilidad de información expuesta sin límites para consumo de menores de 8 años, hay que unirse en cruzadas y hacer de cada hogar un remanso de garantías de seguridad para los infantes.
Así como hay tiempo de hacer tertulias, convites y hasta juegos entretenidos que «matan el tiempo» es hora que se formen clubes de padres.
Una alternativa que permitiría compartir ideas y ubicar actividades tendentes a fomentar la implementación de coloquios, que incluyan temas variados. Papás primerizos podrían beneficiarse de hablar con otros padres con los que se puedan compartir talleres, simposios y educarse sobre cómo ser padres en este siglo.
Sobre todo, disponer esfuerzos para eficientizar tener comunidades más seguras. Una tarea que se necesita en este convulso mundo.