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Voló a su morada eterna Margaret Thatcher, líder histórica del Partido Conservador Británico y primera Ministra entre los años 1979 y 1990.
Su paso a la historia, no pasa sin pena ni gloria, al contrario, es una muestra de que las mujeres en puestos de liderazgo, somos de armas a tomar.
“La dama de hierro”, ha sido la única mujer que se trepó en el Reino Unido en esa posición. Entre sus hazañas están situaciones que muchos hombres en la actualidad no tienen “pantalones” para hacer que se desarrolle una agenda y se cumpla. La Dama se enfrentó a Argentina en 1982 en la guerra de las Malvinas.
Su llegada al poder, elegida por el voto democrático en las elecciones de 1979, es recordada porque a su llegada el Partido Laborista, estaba atravesando una mala racha. El país alicaído y estancado por la falta de un liderazgo potable y fresco; estuvo practicamente paralizado por crisis diversas.
De inmediato, Thacher asume su mandato con firmeza, diafanidad y toma decisiones que la llevaron a transformar el Reino Unido. Aprobó el transporte público,reforma de sindicatos, a los cuales les quitó el poder, redujo impuestos y el gasto público y la flexibilidad laboral tomaron otro matiz. Fue más lejos y se las jugó y aprobó la privatización de industrias estatales.
Cuando el presidente norteamericano Ronald Reagan, flaqueaba por la indesición de plantear un diálogo con la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas( URSS) La dama, convenció a Reagan que se podia negociar con el presidente soviético y efectivamente, se logró resquebrajar la unión de repúblicas.
La dama arrengó una frase célebre, que aún se recuerda con admiración: “En política, si quieren que se diga algo, pídanselo a un hombre;si quieren que se haga algo, pídanselo a una mujer”.
En toda su carrera, su común denominador fue siempre el debatir, para lo que siempre tuvo la elegancia de decir: “No espero, que nadie se siente frente a mí para que este de acuerdo conmigo”.
Incluso tuvo el fuste de referirse a la líder Argentina Eva Perón con un comentario que citó: “Si una mujer como Eva Perón, sin ideales pudo llegar tan lejos, piensen lo lejos que puedo llegar yo, con los ideales que tengo”.
El Kremlin, fue que la bautizó con el sobre nombre de la “Dama de hierro”. Este epíteto le gustó y entre muchos aciertos pudo lograr la disolución de la URSS con los países aliados, que pusieron fin a una pesadilla, que atrasaron el desarrollo en esa parte del mundo.
Las agallas de Thatcher, no fue producto de un modelo y estilo de ejecutar lo que pensaba y confiaba en que era posible, su expresión en un acto escolar, cuando contaba con 9 años al recibir un reconocimiento fue el presagio de lo que sería décadas más tarde una realidad. Cuando el director de la escuela manifestó que era “una suerte” que ganara ese reconocimiento, la niña le refutó a su interlocutor, respondiendo:”No he tenido suerte, me merecía este premio”.
Para ratificar su visión en el discurso pronucniado en 1990 ante el Parlamento británico el 30 de octubre, ha quedado en la historia:”No, no,no” fue el argumento que utilizó para rechazar a que el Reino Unido sustituyese la Libra esterlina por el Euro.
En paz descanse la dama, que puso al mundo a disfrutar lo que es ser líder, ante la adversidad y con la subestimación que en este mundo, liderado por hombres, su paso por esta vida haya dejado huellas.