Egocentrismo
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El mundo vive una crisis existencial que no conoce dimensiones. El tener,es el principal objetivo de personas que ponen su esencia de lado y luchan por tumbar a quien este por delante, cuando de lograr un objetivo se trata.
Tomar fotos de una comida, un vehículo, cualquier pose donde se destaque su apariencia es al parecer la moda que a como dé lugar todos quieren y anhelan tener.
La enfermedad del egocentrismo, es una especie de cáncer, sin cura. Un ejemplo vivo lo podemos observar, cuando gente común que aveces de ser empleada doméstica salta a la fama por el solo hecho de hacerse cirugías plásticas que disimulen pocos atractivos físicos. Se ponen un labio exuberante, trasero rellenado con cuanta sustancia les haga lucir mejor y buscar ropas que muestren en el caso de las damas lo mas que se pueda; es la felicidad de personas vacías e insulsas.
Leer un libro de contenido de auto superación y enfocarse en los valores de conservar la unidad familiar y acercarse a sus vecinos, es una alergia. El egocentrismo, aleja a las personas de su realidad. Usualmente la felicidad de esos infelices seres humanos esta en aislarse, en vez de hablar por teléfono envían mensajes de textos, buscan pretextos para estar en sus mundos. Fingen sentir compasión por causas que por lo regular no sienten querer apoyar, pero como es algo que llama la atención, ponen sus lamentos y mensajes de las alegadas creencias por redes sociales.
El encierro del egocentrista se vuelve caótico, cuando en vez de buscar ayuda profesional de un experto en la conducta, se aferra en una religión, secta o doctrina por aquello de que comunicarse con Dios directamente les da paz.
Talentosas personas, pierden la esencia de la vida, simplemente porque sus planes y proyectos se engavetan y cada año «amagan y no dan». Una lastima, porque la vida es una sola, nadie vive en cabeza de otro sus experiencias. Errar es de humanos, pero reconocer que nos equivocamos es el primer paso para deponer una conducta nociva que provoca ir alejando las personas que nos aprecian sinceramente.
Los apegos y el egoísmo son los ídolos de los egocéntricos. Para ellos los únicos importantes son ellos. Ser el centro de atención, manipular y hacerse víctimas ante cualquier circunstancia los alimenta.
Dietas, flagelarse cuando están a solas por haber comido algo prohibido o sencillamente inventarse enfermedades, que usualmente son psicosomáticas es otra señal que el enfermo de ego suele utilizar para estar siempre manipulando sus victimas.
Esta condición no conoce razas, idiomas, culturas y mucho menos esencia. Lamentable, pero una realidad que cunde en proporciones espeluznantes nuestro entorno.
El egocentrista, que esta en una relación sentimental, suele absorber lo mejor de sus parejas y logran volverlos entelequias. Sus parejas nunca tienen inteligencia, ellos son los que saben todo y tienen la respuesta a cualquier duda.
El amor, es el dinero o los bienes materiales que tenga esa persona «elegida» porque no es verdad que tienen un real interés en mantener una relación,el único objetivo es aspirar todo lo bueno que tenga su pareja. Poner ante todo sus objetivos y de paso manipular hasta las sonrisas y cualquier gesto espontáneo que le surja a su compañera es la características que el egocentrista utiliza como mecanismo de defensa.
Ser centro de atención, agota todos los recursos para poder «actuar» sin que haya manera de que se deshaga el libreto, es el recurso más utilizado por los enfermos de alimentar un ego.
Amigo lector, no copie modelos de terceros, viva su vida a plenitud. La vida es una y es un privilegio vivirla, nadie nos ha dicho que hemos nacido para no tener dificultades. La única manera de vivir es equivocándonos, caernos y levantarnos tomar la vida con cautela. Esforzarnos por buscar y encontrar la felicidad, que dicho sea de paso no depende de nadie ni de algo. Ser feliz es una resolución, se elige despertar contento y tomar cada hora del día con sus encantos. Una persona impedida o aquejada de una enfermedad mental nos enseña el valor de la vida. Ver que podemos despertar e ir al baño sin ayuda, bañarnos sin que venga alguien a ayudarnos y poder alimentarnos y comer todo lo que nos gusta no tiene precio.
Sea prudente, viva al máximo cada segundo evitando caer en convertirse en un ente divisorio y una persona que nadie quiere ni ver.
Las mejores vivencias son aquellas que nos surgen de manera espontánea, ir al parque, leer un buen libro, jugar con nuestros hijos y dedicar tiempo a compartir con amistades y personas de nuestro más cercano entorno son inversiones que nos enseñan a tomarle el pulso a la vida.
Anímense, dejen atrás esa enfermedad y diga si a la vida, pero la auténtica, no se ponga a copiar de nadie, porque al final del día es lo único propio que tenemos.