La Paz, Bolivia.- Abrazar árboles es una terapia que practican muchas personas y grupos en diferentes partes del mundo. Se han hecho muchas investigaciones sobre sus beneficios y se dice que favorece el buen flujo sanguíneo, combate estados mentales negativos como la ansiedad, la depresión y entre muchos otros, la falta de concentración.
Cierto o no, me ha dado con abrazar árboles cada vez que tengo ocasión, y sin ser una estudiosa de la medicina ni la conducta humana, puedo dar fe y testimonio de los grandes beneficios de este lindo acto de amor. Pero no solo abrazarlos es terapéutico: mirarlos, tocarlos, o tan solo caminar bajo sus sombras o sentarse bajo su cobijo. Esta proximidad me llena de tanta alegría, que de seguro produce maravillas en toda mi salud.
Abrazar árboles o arboterapia forma parte de un conjunto de tratamientos llamado balneoterapia, basado en elementos naturales. Entre ellos se encuentra el baño de lodo y los baños termales, por tan solo mencionar algunos.
No es nada nuevo, es parte de prácticas muy antiguas de origen místico y espiritual. Igual son prácticas que casi todos disfrutábamos de niños, cuando andábamos menos de prisa y nos subíamos a los árboles a jugar o a cazar frutas, cuando todos teníamos más contacto con la naturaleza y disfrutábamos más las cosas simples de la vida.
Ahora que vivo lejos del trópico, en un paisaje rocoso y un tanto desértico, más que nunca abrazo árboles cada vez que puedo y más que nunca lo disfruto y aprovecho.
Por Mary Leisy Hernadez
marilei@hotmail.com.do
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