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Una gran conmoción en el mundo del deporte se produjo tras conocer sobre la muerte del destacado y recordado Pibe de Oro, Diego Armando Maradona, quien muriera este miércoles, a los 60 años, tras sufrir un paro cardiaco.
El inmortal número 10 de la selección Argentina, nació el 30 de octubre de 1960 en un barrio humilde llamado Villa Fiorito. Comenzó su carrera deportiva a la temprana edad de 9 años cuando se integra al equipo infantil Los Cebollitas.
En 1976, a los 15 años, fue contratado por Argentinos Juniors, club de primera división, donde tuvo una destacada participación que daría pie un año después, a su convocatoria para jugar en la selección nacional de Argentina. Ya en ese momento lo conocían como «el pibe de oro» o «el muchacho de oro».
En 1979, Diego fue el capitán del equipo que ganó el mundial sub-20 en Japón. En 1980, fue vendido al Boca Juniors, uno de los equipos más grandes de Argentina, y dos años más tarde al Barcelona de España, por una cifra récord.
En 1984, fue contratado por el Napoli de Italia al que ayudó a conquistar dos campeonatos italianos (1987 y 1990), una Copa Italia (1987), una Copa UEFA (1989) y una Supercopa Italiana (1990).
En la Copa del Mundo de 1986 en México, Maradona con su camiseta número 10, es el gran artifice de la victoria de la selección Alviceleste sobre Alemania (3-2) en la final. En el mismo mundial, un inspirado Maradona anotó en el partido ante Inglaterra por los cuartos de final dos de sus tantos más memorables: el gol de mano que pasó a la posteridad como «la mano de dios», y la jugada que años después sería elegida como el «gol del siglo»: partiendo del círculo central, eludió a 5 adversarios y también al arquero antes de clavar la pelota en el arco. La victoria por 2-1 resultó en la eliminación de Inglaterra y representó, en un plano simbólico, una suerte de redención para los argentinos, quienes habían sufrido la derrota en la Guerra de Malvinas tan solo 4 años antes.