Videla muere “en paz”

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Editora en Deporvida
Arelis Reynoso, dominicana. Periodista.
Desde temprana edad inicia en los medios con participaciones en voz comercial de su natal Puerto Plata.

En prensa escrita destacó como reportera de investigación y columnista en rotativos decirculación nacional en República Dominicana.
Reportera y asistente de Editor en El Sol Latino, semanario de la ciudad de Filadelfia Pensilvania. Dado sus destacados logros y liderazgo dentro del medio periodistico en dicha ciudad, fue seleccionada por dos años consecutivos(2005 y 2006) como Personalidad del Año en Hispanic Choice Awards.
Su versatilidad y dinamismo como periodista especializada en deportes, se solidifica en Estados Unidos al crear su columna “ Rincón Latino”.

Ha sido comentarista invitada en la cadena en español de Los Filis, equipo profesional de beisbol de la ciudad del Amor fraterno.

Fue reconocida por la premiación Mundo Latino, como “Mejor reportera hispana” en el 2003. Realizó algunos programas especiales para la filial de Univision, en Filadelfia.

Es egresada del Instituto de Liderazgo Latino, en la primera promoción en el 2002.
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Con la muerte del ex dictador argentino Jorge Videla, termina la pesadilla que vivieron los afectados por los crímenes de lesa humanidad que se le atribuyen a la dictadura del gobierno de facto que encabezó entre (1976 a 1983) el hoy finado dictador.

El penal Marcos Paz, ubicado en una cárcel de Buenos Aires, pasa hoy a la historia, por haber sido el lugar donde murió sin que haya dado información de los desaparecidos, secuestrados, los niños robados a sus padres, entre otros delitos que se le imputaban. Paradojas de la vida, Marcos, nombre de uno de los apóstoles de Jesús y Paz lo que anhela todo ser humano que ama la vida. Asi, esa combinación de nombre, fue el lugar donde estuvo en su último respiro de vida el viejo Videla.

Refiero que murió en paz, porque el médico que atendía al anciano de 87 años, lo encontró sin pulso sentado en el inodoro de su celda. Aún lo que revele la autopsia, no tiene importancia, ya no existe ese perverso ser humano que no tuvo reparos en perseguir a los opositores que repudiaban su gobierno, que para variar fue de facto.

El terror, genocidio, luto y dolor que sufrió un pueblo trabajador, democrático y que en todo momento sufrió las consecuencias de la última dictadura militar; es hoy motivo de un mal sabor en el pueblo argentino

A su tumba se llevó las interrogantes que siguen vivas en las mentes de niños cautivos por la privación de la libertad de sus padres, madres y familiares cercanos. Que contrariedad han de sentir los que no vieron jamás a sus seres queridos y que el anciano convicto, no pudo revelar detalles de sus crímenes antes de su partida. ¿A dónde irá esa alma?, ¿Puede su familia escribir un epitafio a su tumba?, ¿Habrá dejado un testamento, pidiendo una cremación?

Mueve una reflexión de los gobiernos actuales en América latina, porque este siglo no puede permitir que se establezcan disctaduras en nuestro continente.

Demasiado talento y capacidad hay en hombres y mujeres de bien en posición de liderazgo para encabezar los destinos de una nación. La milicia, debe ser exclusivamente utilizada en labores destinadas defender a los ciudadanos ante cualquier peligro a su soberanía y velar por el orden y la seguridad ciudadana de un Estado, pero nada más.

A ver quién tortura la conciencia de Videla, su cuerpo no existe más, pero su alma debe estar ya achicharrada en un lugar que no sabemos, pero que imaginamos.