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La Selección Brasileña jugará la Copa América. Tras el triunfo 2-0 ante Paraguay por las Eliminatorias, todos los futbolistas del plantel que dirige Tite se unieron en redes sociales y emitieron un comunicado en las historias de Instagram:
«Estamos en contra de la organización de la Copa América, pero nunca le diremos que no a la selección brasileña», destacaron allí.
Luego de la destitución de Rogério Caboclo de la presidencia de la CBF, el panorama parecía ser el que finalmente es:
“Brasil jugará con todas sus figuras y con Tite como entrenador.”
La idea de los futbolistas de no jugar la Copa América era real, pero nunca llegó a pasar a la acción. Molestos, querían exponer con firmeza su molestia con el torneo, aunque desde el pasado miércoles hasta ahora el posible boicot había perdido fuerza.
El principal problema de la selección siempre ha sido Caboclo y la forma en que dirigió la Copa América hacia Brasil. Con su licencia obligada por 30 días determinada por el Comité de Ética de la CBF, la idea de no jugar ya no era una opción.
En medio de la incertidumbre por la disputa de la Copa América, el presidente de la Confederación brasileña de fútbol, Rogério Caboclo, fue destituido de su cargo, en principio por treinta días.
La decisión fue del Comité de Ética de la CBF y vencido el plazo podría ser renovado. Quien asume ahora el mando de forma interina es Antônio Carlos Nunes de Lima, coronel Nunes.
Hace dos días el dirigente había recibido una denuncia de acoso sexual y moral de una empleada de CBF. El Comité de Ética está presidido por el abogado y ex juez de la Corte de Justicia de São Paulo (TJ-SP) Carlos Renato de Azevedo Ferreira.
La decisión es un golpe más para Caboclo, presionado por diversos sectores para dejar el mando de la CBF, acción que aún se resistía a emprender hasta la noche de este sábado 5, según informó ESPN com.br.
Caboclo ya había recurrido recientemente al expresidente de la CBF Ricardo Teixeira en busca de apoyo ante la embestida de Marco Polo Del Nero, excluido del fútbol por la FIFA, pero aún con poder tras bambalinas.
La semana pasada jugó su última su carta más al tratar directamente con el gobierno federal y la Conmebol para la recepción de la Copa América en Brasil, luego de que Argentina y Colombia no tuvieran condiciones sanitarias y sociales, en ese orden, para albergar el evento.
La acción creó un nuevo foco de conflicto, ya que a Tite, a su cuerpo técnico y, principalmente, a los jugadores de la selección brasileña no les gustó la forma en que se condujo la situación.
Neymar y otros cinco jugadores se reunieron con Caboclo el miércoles pasado y el encuentro estuvo lejos de ser amistoso. El viernes por la noche, el mandatario ignoró todo el escenario negativo y fue al vestuario a pronunciar unas palabras antes del duelo ante Ecuador, por las Eliminatorias, pero terminó recibiendo un ‘corte’ del número 10. «Gracias, gracias, presidente, está bien!», dijo el atacante, interrumpiendo al dirigente.
Tras el partido, el capitán de la selección, Casemiro, dijo en una entrevista con TV Globo que «todos conocen nuestra posición. Más claro, imposible», al responder sobre la posibilidad de boicotear la Copa América. Y reforzó lo que Tite había dicho días antes: que el martes por la noche, luego del partido contra Paraguay, el plantel hará pública su posición.
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