Un pie de atleta que no es nada deportivo

Cumplo funciones como periodista redactor y como productor y editor audiovisual.

Es fascinante tener un cuerpo de atleta, pero… que ocurre cuando lo que tenemos es un pie de atleta. Por supuesto, la todo cambia. Y el orgullo de vernos con un buen cuerpo, se transforma en una vergüenza por no quitarnos los zapatos en público.

Y es que la transpiración de los pies por usar zapatos ajustados o cerrados completamente hace que en los dedos comiencen a aparecer pequeñas infecciones fungicas. Esto suena horrible y lo es pues la infección micótica, como comunmente se conoce, es causada por un hongo, que se  reproduce diseminando esporas microscópicas que suelen estar en el aire, y entran en contacto con la piel. Los calcetines y los zapatos húmedos, más el calor y la humedad pueden favorecer la proliferación de estos organismos.

El más corriente de estos hongos es el que genera el pie de atleta (tiña pedis o dermatofitos). Suele ocurrir en personas a las que les transpiran mucho los pies cuando usan zapatos ajustados.

Los signos y síntomas de pie de atleta incluyen un sarpullido escamoso y con picazón. Esta suele ser contagiosa y puede transmitirse a través de pisos, toallas o ropas contaminadas, razón por la cual hay que tener mucho cuidado al bañarse en espacios públicos. También puedes propagarlo del pie a otras partes del cuerpo, especialmente si te rascas o te tocas las zonas infectadas.

 

¿Cómo puedes contraerlo?

  • Al usar calzado cerrado con frecuencia.
  • Al sudar intensamente.
  • Al compartir alfombras, tapetes, ropa de cama, ropa o zapatos con alguien que tiene una infección fúngica.
  • O al caminar descalzos en áreas públicas donde la infección puede propagarse, como vestidores, saunas, piscinas, baños y duchas comunes.

Cabe señalar que si bien puede tratarse con medicamentos antimicóticos, lo más probable es que la infección a menudo regrese, si no se ataca el origen que lo causo.

¿Cómo saber si tienes pie de atleta?:

  • La piel se vuelve escamosa, agrietada o se descama entre los dedos de los pies y puede extenderse a los costados del pie.
  • Hay ardor o escozor o picazón, en especial justo después de quitarse los zapatos y los calcetines.
  • La piel se vuelve rojiza, violácea o grisácea, según el color de tu piel.
  • Salen ampollas.

¿Cómo evitar el pie de atleta?

  • Usa sandalias o evita usar zapatos cerrados al estar en casa. Deja que los pies respiren.
  • Lávate los pies a diario especialmente entre los dedos.
  • Aplica polvo medicinal para pies si eres propenso al pie de atleta.
  • Cámbiate los calcetines al menos una vez al día y más a menudo si te sudan mucho los pies.
  • No uses un mismo tipo de zapato.
  • Protégete los pies en lugares públicos.
  • No compartas tus toallas o zapatos, ni uses los de otra personas.
  • Trata de no rascarte el sarpullido. 
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