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A medida que pasa el tiempo la edad empieza a pegarnos. Por lo que hacer las actividades físicas que haciamos de adolescentes no es tan fácil cuando pisamos los 30 años de edad, por lo que nuestro rendimiento deportivo tiende a decaer.
Después de los 30 años, el estado físico general va en franco descenso. La masa muscular, la fuerza, la resistencia y la amplitud de movimiento comienzan a disminuir, mientras que la rigidez de las articulaciones va en aumento. Tanbién debemos incluir que la recuperación, luego de un ejercicio o una lesión se hacen más lentamente y algunas veces es muy complicado.
Y todo se debe a que los huesos pierden calcio y otros minerales lo que provoca una densidad ósea menor. El esqueleto se vuelve menos resistente y el cuerpo se vuelve más propenso a sufrir fracturas y otras lesiones. Al mismo tiempo, los músculos retienen menos electrolitos, calcio y agua trayendo como consecuencia que la masa muscular baje lentamente y con ella, la fuerza del cuerpo en general.
Y finalmente, con la edad, los pulmones se vuelven menos elásticos, mientras que la masa muscular del corazón se reduce. Esto supone un rendimiento cardiopulmonar más débil en términos de rendimiento deportivo.
Con mi edad aún sigo siendo el mejor
Por esta razón, los atletas de élite rara vez superan los 30 años en las competencias a pesar de que tienen a su favor un punto muy importante la resistencia.
Nuestra resistencia está determinada por las fibras musculares de contracción lenta las cuales se ven menos afectadas por el envejecimiento que las fibras de tipo II – o de contracción rápida. Algunos músculos consisten principalmente en fibras de contracción lenta, que son muy resistentes a la fatiga y pueden mantener el rendimiento de la fuerza durante largos periodos.
De hecho, estos atletas de resistencia de más edad tienen una excelente ventaja la experiencia, razón por lo cual han desarrollado estrategias y técnicas para equilibrar y ajustar su esfuerzo físico y mental, con mayor facilidad. Así que la edad no debería ser un problema ni una excusa. La edad es un número. Así que, aunque el cuerpo experimente cambios biológicos, no tienes que dejar de entrenar. No existe un límite de edad para estar en forma.
El tipo de competencia, la calidad del entrenamiento, disposición mental y biológica para ello, volumen de competencia por temporada, cantidad y tipo de lesiones que ha tenido, el uso del tiempo libre (descanso), el control del estrés y alimentación son factores relevantes para mantenerse en la alta competencia.
Así que no se aminale. Nunca es tarde para comenzar y continuar el entrenamiento. En Deporvida.net te invitamos a buscar una disciplina deportiva y a empezar a relucir como el atleta que puedes ser.