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Uno de los alimentos más conocidos es el huevo. Existen infinidad de recetas para su consumo desde crudos como lo hacía Silvester Stalone en la película Rocky hasta fritos, hervidos revueltos o pasados por agua. Sin mencionar que se pueden comer a cualquier hora, bien sea en el desayuno, el almuerzo, la merienda, la cena o como un pequeño entrremes.
Hasta hace poco se decía que el huevo era el responsable del aumento del colesterol malo en nuestro organismo y se llegó al punto de acusarlo de una serie de problemas de salud. Pero luego a la luz de las investigaciones salió a relucir que este alimento no era el culpable.
De hecho, las averiguaciones científicas en el área nutricional no dejan de mencionar al huevo como uno de los alimentos más completos, accesibles y baratos para la población en general. Lo que lo convierte en una de las fuentes más baratas de proteínas de alta calidad, con minerales esenciales y vitaminas.
En la yema se localiza casi toda la grasa del huevo, tanto saturada como monoinsaturada y poliinsaturada, el colesterol, los ácidos grasos omega 3…), y además, las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y algunos minerales como el zinc, así como la colina, luteína y zeaxantina. También se encuentra una elevada proporción del contenido en vitamina B1, B6, folato, B12, ácido pantoténico, biotina, calcio, fósforo, hierro, cobre y selenio. Mientras que en la clara están más de la mitad de las proteínas del huevo siendo incluso más rica que la yema en vitamina B2, niacina, yodo, magnesio y potasio aportando de 10% a 20% de la cantidad diaria recomendada de vitaminas A, D, E y K.
Se calcula que el consumo per cápita promedio de huevo en el mundo es de 161 unidades. En 2019, en Chile fue de 235 unidades por persona al año, cifra superior a lo consumido en Francia (225), Italia (220) y Brasil (230), pero más bajo que Colombia (291), Estados Unidos (290), España (285), Argentina (284) y Canadá (260).
De acuerdo con diferentes gremios avicultores en el mundo, la pandemia del Covid 19, ha permitido que los consumidores redescubran las cualidades del huevo utilizándolo como ingrediente central en múltiples platos y postres.
El color no indica su calidad
Para muchos el color del huevo determina una mejor calidad, pero la explicación real sobre el color de la cáscara de este alimento está determinado por la raza de la gallina que lo puso así como su edad, la dieta y los factores estresantes a los que se someta lo que influye en la pigmentación de la cáscara de sus huevos dada la concentración de unos pigmentos denominados porfirinas u ovoporfirinas.
Por su parte, el color de la yema depende de la dieta de la gallina. Una yema amarilla oscura significa que la gallina se alimentade verduras, y una yema más clara que consume trigo y cebada.
En cuanto a su tamaño, depende de la edad de la gallina, entre más vieja más grande es el huevo. Y básicamente, dos huevos te darán el colesterol suficiente para el día, ya que uno sólo contiene aproximadamente 186 miligramos de colesterol, mientras que lo recomendado es comer alrededor de 300 mg al día.
Algunos médicos indican que los huevos pueden ayudar a revertir el mal humor, combatir la fatiga y a mejorar la memoria, al contener «colina». nutriente que el cerebro y el sistema nervioso necesitan para regular el estado de ánimo, para el control muscular y otras funciones. También se necesita colina para formar las membranas que rodean las células del organismo.
Algunos tips de interés
Los huevos se pueden lavar antes de consumirlos, pero no al guardarlos dado que la cáscara del huevo contiene la protección necesaria para evitar que entren bacterias al interior. Si se lavan al guardarlos en la nevera o refrigerador se elimina la barrera protectora, y se facilita la entrada de los microorganismos.
De hecho, esta membrada que recubre el huevo es muy resistente, tanto que es difícil de pelar cuando están frescos, pero luego de 10 días, este proceso es más fácil, porque la membrana ya no es tan fuerte.
Para algunos, el consumo de los huevos no debe ser mayor de 28 días, pues luego de este plazo dejan de ser frescos. Pero en realidad se pueden consumir si han estado bien conservados, sin daños en la cáscara y huelen bien.
A diferencia de lo que ocurre con el huevo tras su preparaciones cuyo tiempo máximo de consumo es de 24 horas.
Si bien la cáscara es una barrera perfecta contra la contaminación, algunas gallinas pueden estar infectadas de salmonela y en este caso, producen huevos que contienen salmonela antes de que la cáscara se forme siquiera. Por lo que ingerír los huevos crudos algunas veces no es tan buena idea.