Secuelas de la guerra impactan en el deporte

Cumplo funciones como periodista redactor y como productor y editor audiovisual.

Recientemente, la FIFA y la UEFA decidieron sacar a Rusia de cualquier partido de fútbol que organicen estas instituciones a nivel mundial, mientras no cese el conflicto armado que actualmente se vive en Ucrania. Es decir, Rusia no participará en el Mundial de Fútbol Qatar 2022.

La medida de la FIFA y de la UEFA anunciando la suspensión de los equipos y selecciones rusas «hasta nueva orden» fue producto de la presión del equipo nacional de Polonia que se negaba a jugar contra Rusia. En la Europa League, competición de clubes de fútbol, la eliminación del Spartak de Moscú, clasificó al alemán Leipzig para cuartos de final. Por su parte, la final de la Champions League se disputará en París, en substitución de la ciudad rusa de San Petersburgo.

Con esta decisión se abre un nuevo frente de lucha para la Nación rusa además del  militar, del político y el económico que ya enfrenta; el deportivo. En este escenario, la superpotencia quizás no las tenga todas consigo y sus esperanzas de poder ganar la batalla sean infructiferas, porque otras organizaciones deportivas han comenzando a emular la medida de presionar iniciada por la FIFA y la UEFA, para poner fin a las acciones bélicas.

La medida que boicotea a las selecciones rusas y a los deportistas rusos en general los deja por fuera de las competencias internacionales. Una dura sanción para un atleta. 

Pagan Justos por Pecadores 

Según algunos expertos el «Deporte y política se han mezclando desde tiempos ancestrales», por lo que es muy común ver boicot contra Olimpiadas así como sanciones a atletas en específico, por no querer asumir alguna acción en específico.

Pero ojo. cuando esto se ha hecho, ha sido contra la organización de un evento que realiza ese país o contra un deportista que no acata la norma. Y no contra un atleta que quizás no este de acuerdo con la guerra emprendida por Vladimir Putin y quienes lo respaldan. Por lo que pagan justos por culpa de los pecadores.

En Venezuela por ejemplo, se han sancionado a los lideres políticos, militares y sociales y otros representantes de distintos sectores que respaldan al gobierno de Maduro, sin tener que afectar a la población venezolana que está dentro o fuera, porque esto sería una injusticia.

A lo que quiero llegar es que sancionar a los atletas rusos solo por ser rusos, da pie a un proceso de discriminación y xenofobía contra esta población a nivel mundial. Y aunque entiendo, que la presión de la opinión pública puede traer efectos positivos para dar coto al conflicto no entiendo porque por ejemplo, se decide borrar el nombre de Rusia de un juego virtual, como el EA Sports, que removerá a los clubes rusos y a la selección de su popular serie FIFA, así como a las selecciones de hóckey de Rusia y Bielorrusia de su serie NHL.

Por su parte, el Comité Olímpico Internacional había recomendado excluir a rusos y bielorrusos de las competiciones deportivas, además de retirar la Orden Olímpica al presidente de Rusia, Vladimir Putin. Esto último se entiende lo primero no tanto.

Quizás se busca, como en el pasado, que estos deportistas compitan desconociendo su gentilicio, sus raíces, su patria que no sientan orgullos de lugar donde nacieron, pero esto es ser injusto pues es casi considerarlos unos apátridas.

Por ejemplo, el Comité Paralímpico Internacional dijo que rusos y bielorrusos podrán competir en las justas de Beijing como “atletas neutrales”, sin lucir sus símbolos nacionales. La FINA, ente rector de la natación y otros deportes acuáticos, así como las federaciones de boxeo, gimnasia, esgrima y judo, también permitirían que atletas participen si aparecen de esta misma forma.

Otros afectados indirectamente por la medida son los patrocinadores como el gigante ruso, Gazprom y la aerolínea rusa Aeroflot, quienes desde hacia mucho años, daban una cuota por su aparición en los espacios publicitarios estelares, mismo que pasaron a ocupar otros competidores casi de inmediato.

El multimillonario ruso, Roman Abramovich, entregó «la gestión y la administración» del Chelsea a la fundación caritativa del club inglés, para no tener que afectar a este conglomerado por su presencia.

Además del fútbol, el bloqueo ha llegado hasta la Fórmula 1; la prueba automovilística del Gran Premio de Rusia, que se disputa en Sochi, fue suspendida. Mientras que la escudería Haas decidió que no va a lucir los colores rusos de su patrocinador Uralkali. Hasta allí la cosa es aceptable.

Pero  que el piloto ruso, Nikita Mazepin, integrante de este equipo, sea quizás expulsado del equipo ante el temor de que se repita la medida adoptada por el organismo que gobierna el deporte motor en el Reino Unido, que prohibió la participación de rusos en las carreras de su país, y por lo cual correra en el Gran Premio Británico de Fórmula Uno, en julio. Esto a pesar de que el piloto se manifesto en contra de la guerra. No suena razonable.

Las instituciones internacionales de boxeo y natación suspendieron todas las competiciones que debían disputarse en Rusia. El mundial de voleibol que se disputará en agosto de este año, las delegaciones de Francia y Polonia amenazaron con no competir si Rusia se mantiene en la competición.

Por su parte, la Federación Internacional de Hockey suspendió a los equipos rusos y bielorrusos. Mientras que Vladimir Putin, practicante de judo, fue suspendido como presidente de honor y embajador de la Federación Internacional de judo.

El biatlón y tenis de mesa se sumaron a la lista de deportes olímpicos que han excluido a participantes de Rusia y Bielorrusia debido a la invasión de Ucrania, al igual que el fútbol, atletismo, baloncesto y hóckey sobre hielo, que marginaron a los rusos de forma total tras el llamamiento del Comité Olímpico Internacional de excluir a Rusia y Bielorrusia de las competencias, lo que según algunas federaciones internacionales como la de Judo señal podría generar réncor.

En contra de la medida

De hecho, el tenista Andrey Rublev, el futbolista Fedor Smolov, el ciclista Pavel Sivakov, e incluso la estrella del hockey hielo, Alex Ovechkin, se han manifestado en contra de la guerra, pero aún así corren el riesgo de ser suspendidos también.

El delantero Artem Dzyuba, jugador del Zénit de San Petersburgo escribió enInstagram que “Estaba en contra de la Guerra por ser un acto terrible. Pero igualmente, estoy en contra de la discriminación por nacionalidad. No estoy avergonzado de ser ruso. Estoy orgulloso de ser ruso y no entiendo por que los atletas tienen que sufrir ahora”, dijo Dzyuba.

Por lo reciente, de la situación bélica, trataremos de realizar un segundo trabajo para informar sobre la situación de ateltas ucranianos afectados por la guerra. 

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