Malala “Heroína” Mundial

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Editora en Deporvida
Arelis Reynoso, dominicana. Periodista.
Desde temprana edad inicia en los medios con participaciones en voz comercial de su natal Puerto Plata.

En prensa escrita destacó como reportera de investigación y columnista en rotativos decirculación nacional en República Dominicana.
Reportera y asistente de Editor en El Sol Latino, semanario de la ciudad de Filadelfia Pensilvania. Dado sus destacados logros y liderazgo dentro del medio periodistico en dicha ciudad, fue seleccionada por dos años consecutivos(2005 y 2006) como Personalidad del Año en Hispanic Choice Awards.
Su versatilidad y dinamismo como periodista especializada en deportes, se solidifica en Estados Unidos al crear su columna “ Rincón Latino”.

Ha sido comentarista invitada en la cadena en español de Los Filis, equipo profesional de beisbol de la ciudad del Amor fraterno.

Fue reconocida por la premiación Mundo Latino, como “Mejor reportera hispana” en el 2003. Realizó algunos programas especiales para la filial de Univision, en Filadelfia.

Es egresada del Instituto de Liderazgo Latino, en la primera promoción en el 2002.
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La joven paquistaní Malala Yousafzai, logró una proeza que pocos niños del mundo protagonizan a tan corta edad. La ONU, se sacudió de los desciertos, que como organización mundial, ha escenificado en los últimos días y homenajeó justo el día que celebraba sus “sweet sixteen”, 16 años de edad, a Malala.Una niña que sufrió a temprana edad los residuos de una sociedad machista, opresora e intolerante como lo es Paquistán.

En un discurso, que mueve a reflexión a los líderes políticos, cívicos y activistas de derechos humanos; la joven, dictaminó la llave del éxito en todas las sociedades del mundo: “Los libros y las plumas, son la mejor inversión para educar a todos por igual”, dijo emocionada Malala.

El mundo recuerda el fatídico 9 de octubre del año 2012, cuando talibanes le dispararon en la cabeza, justo al frente de su escuela. La niña es una activista por los derechos de la educación y fue apuntada milagrosamente por una “bala bendita” que no le acusó daños a su salud y sí logró darle una segunda oportunidad de vida para hacerse sentir en el mundo con su mensaje.

En su discurso enfatizó en más de una ocasión que las plumas y los libros son “nuestras armas más poderosas”. En unas emocionantes palabras, expresó en ese foro, que la paz y el amor al prójimo son llaves que abren puertas y cierran círculos de odio y resentimientos. Fue ovacionada al momento de manifestar que si tuviera enfrente a sus agresores y tuviera una pistola en la mano, “no dispararía”. Más de un millar de niños procedentes de cien países estuvieron presentes en el inusual acto de homenajear a una niña, especial como Malala, en la ONU.

Mencionó a héroes que la han influenciado en su vida en los siguientes términos: “Es la compasión que aprendí de Mahoma, Jesucristo y Buda, el legado que recibí de Martin Luther King y de Nelson Mandela, la filosofía de la no violencia que aprendí de Gandhi y la madre Teresa y el perdón que aprendí de mi padre y mi madre por eso mi alma me dice, sé pacífica y ama a todo el mundo”.

La cara de Malala, es el símbolo de los millones de niños y niñas que pululan en sus comunidades sin pena ni gloria por los gobiernos que turnan espacios para “invertir” en desarrollo, que en la mayoría de los casos excluye la educación y desamparan a su suerte a los infantes desde el momento de nacer.

Mueve a reflexión, el hecho que mientras se celebran cumbres, foros y conferencias mundiales por defender políticas de apoyo a los gobiernos para que empoderen sus liderazgos, el mundo sepa que las nuevas generaciones están siendo “paralizadas” por la ignorancia de los gobiernos.

Sin educación no hay sentido al progreso, porque ¿quiénes van a ocupar el relevo político, profesional y científico en el mundo si no hay políticas dirigidas a desarrollar el intelecto?

Decenas de interrogantes me vienen a la mente, luego de ese histórico 12 de julio, cuando Malala, traspasó las fronteras de su país, que ella tiene la delicadeza de defender como “democrático y amante de la paz” y expuso de manera llana que la educación es un deber y una responsabilidad de los gobiernos.

Para sentirse doblemente orgullosa de haber vencido la muerte, trás dos cirugías reconstructivas en el cráneo, producto de los daños que sufrió en el ataque de los talibanes. Malala dijo con alegría que era un honor llevar en su cabeza ese chador color rosa, que perteneció a Benazir Bhutto, líder Paquistaní asesinada en el 2007. Malala, dejó el mensaje de amor más profundo que se haya escuchado en los últimos años.

Con una sonrisa a flor de piel, una expresión humilde y la inocencia reflejada en su rostro; fue auténtica al expresar: “El Día de Malala no es mí día, hoy es el día de todos y cada una de las mujeres, niños y niñas que se han atrevido a defender sus derechos”.

En un mundo convulso como el que vivimos, el tener a Malala entre nosotros es un manantial en medio del desierto.Que su voz llegue y logre el resultado que todos los mandatarios saben que hace falta en sus sociedades con el tema de la educación y que no se deciden a impulsar con responsabilidad y la inversión que amerita. Loor a Malala! Abanderada de la paz en el mundo!