ENTRE CIELO Y TIERRA

Recorrido Otoñal por Suiza

Si que bien vale la pena

Ginebra, Suiza.- Nuestro recorrido comenzó en Ginebra, subiendo a la Torre de la Catedral San Pedro, para tener la mejor vista de la capital internacional de Suiza. Desde arriba disfrutamos de su montañoso paisaje con sus nieves eternales y sus glaciares. El espectáculo lo completan las aguas del Lago Leman con sus majestuosos barcos, lo que da un toque mágico a esta ciudad mundialmente famosa por haber sido sede de la firma de importantes acuerdos y tratados que han cambiado el rumbo de la humanidad en materia de desarme, derecho y seguridad internacional.

Llegamos a Ginebra de noche, lo que nos permitió disfrutar de su luminosidad, y al dia siguiente sorprendernos del colorido otoñal de sus parques, sus puentes, su zona histórica y todo lo que hace de este un lugar especial.

Caminar al borde del famoso lago es una delicia aunque sea otoño y haga frio. Su emblemática torre es de agua viva y no de hierro: Impresionante con sus 140 metros de altura; y al igual que su  reloj de flores, su playa artificial  y muchas otras atracciones, se puede visitar  en los alrededores del siembre animado Leman.

Recorrimos parte de la zona histórica y luego escogimos visitar el Palacio de Las Naciones para entrar a su sede de la Organización de las Naciones Unidos y enterarnos del funcionamiento de este  y otros organismos internacionales con sede en esta Ginebra, en los que se reúnen representantes de diversos países del mundo para  tomar grandes decisiones a favor de la humanidad.

Como en todas las zonas montañosas,  fue preciso mucho subir y bajar tanto en Ginebra como en todas las ciudades que visitamos y es que solo así podíamos  ver de cerca todos los detalles de este país del centro de europea, considerado como uno de los países más desarrollados del mundo.

Suiza es un país bello, pero también muy caro, por lo que en nuestro recorrido en muchas ocasiones,  aprovechamos la cercanía de Francia para dormir en hoteles de ciudades Francesas que nos quedaban al doblar la esquina, aprovechando sus fronteras abiertas y la gran diferencia de precios. Lo mismo hacen miles de personas que para abaratar costos trabajan en Suiza y viven en Francia. Es como moverse de un barrio a otro en una misma ciudad, solo que para ello en algunos casos puede resultar mucho más cómodo si el turista opta por la opción de rentar un carro para el recorrido.

Para disfrutar de nuestro segundo destinos nos hospedamos en los Alpes franceses donde disfrutamos de ese ambiente de quietud que tan bien cae a los que aman esquiar y el turismo de montaña. Visitamos diversas ciudades al borde de Leman, lo que nos permitió disfrutar de maravillosos paisajes en Lausana, Montreux  y Vevey.

Nos maravillamos con Chillón, un castillo construido sobre rocas, desde donde se disfruta al máximo el típico paisaje suizo de montaña y agua.  Ese mismo día fuimos a Gruyére, lugar muy visitado por su famosa fábrica de quesos y su castillo.

Suiza es pequeña, por lo que los trayectos son cortos y se  puede recorrer mucho en poco tiempo. Nuestro recorrido continuó por algunas ciudades de la Suiza alemana y nos sorprendimos de las grandes diferencias con la Suiza francesa y la Suiza italiana y no solo por el idioma. La comida, la arquitectura y las costumbres  están influenciadas por la cercanía con los países que hace frontera.

Nos encantó Berna, sede de las autoridades federales de Suiza, ciudad de la parte alemana con arquitectura medieval, con ríos, fuentes, osos y sus famosos relojes que adornan casi todas las calles y que brindan un espectáculo animado y musical a los visitantes.

Fue una semana intensa en la que disfrutamos un poco de todo de lo que caracteriza este particular país lleno de montañas, agua, lagos, río y sin salida al mar. Disfrutamos al máximo sin preocuparnos mucho por los altos precios de los hoteles, la restauración y el transporte. Disfrutamos de sus viñedos, sus chocolates, su fondue, su raclette, su vino blanco y todas las características de ese país multilingüe que vale la pena visitar, un país muy organizado que hoy está considerado como uno de los países con mejores niveles de vida. Un paraíso que encantará a todos los amantes de la quietud, la naturaleza y los bellos paisajes montañosos.

Para los que no son tan aventureros como nosotros y prefieren moverse poco, Suiza tiene diversos lugares que bien merecen de por si toda unas vacaciones. Lo mismo cuenta con un sistema de transporte con salidas diarias a los lugares más emblemáticos del país. Hay mucho para escoger. Nosotros nos quedamos por más.

Mary Leisy Hernández, periodista y locutora. Egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y de la Escuela Nacional de Locución.
Escribe para el Periódico dominicano El Nacional y prepara la publicación de su libro “De París a Cotuí”, en el que recoge diversas crónicas sobre sus historias de viajes.
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