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El foro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estuvo plasmado por voces que pareciera predicaban en el “desierto”. Se escuchó de todo, pero, el clamor de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff retumba aún en el mundo. La protesta de Rousseff se refirió en el foro de la 68 Asamblea General de la ONU celebrada el pasado mes de septiembre, en Nueva York; acerca del espionaje que destapó Snowden respecto a Brasil.
Con un tono de indignación Dilma protestó y no escondió su enojo, pero esta protesta estuvo opacada por lo que pidió la presidenta de Brasil. Nadie ignora que los países, “espían”. No es secreto que los presidentes tienen sus mecanismos de averiguar lo que ocurre en sus respectivos países y esto no escapa de conocer lo que está ocurriendo con países socios o enemigos. El espionaje es una especie de “aliado” de los gobiernos. La petición que no me parece correcta, es que Dilma pidiera a la ONU que se encargue de “regular” el internet. En pleno siglo XXI, el internet es la herramienta más usada en el mundo, facilita el desempeño de cualquier empresa, organización y hasta de las familias que han simplificado sus vidas con esta maravillosa herramienta.
El internet, no puede ser regulado de manera “unilateral”, por una organización que cada vez pierde credibilidad en defender los intereses de sus naciones afiliadas. No es verdad que la ONU, es la organización calificada para decir donde empieza y terminan los términos adecuados de utilizar el internet.
Lo que debería regularse y castigarse con penas ejemplares son: La pornografía infantil, fraudes bancarios, robo de identidad. Esos sí son delitos graves. Pero, igual no debe ser la ONU que tome esa iniciativa. Los países soberanos, tienen que pensar que los que aún se mantienen con regímenes represivos e intolerantes, harían una fiesta, si les permiten sensurar las páginas que ellos deseen y hasta podrían “quitar” las redes sociales, que libremente los usuarios han establecido como sus foros de desahogos. Definitivamente, Dilma no estuvo bien asesorada con esa petición.
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, se quejó en la ONU, con el irrespeto que ha tenido Nicaragua, al desacatar las medidas que le favorecen, a su país en Cortes internacionales. Nicaragua, quiere a la fuerza, hacer sus límites territoriales, ignorando leyes, acuerdos y tratados que están claros y definidos. Daniel Ortega, de manera abusiva, se está aprovechando que Costa Rica no tiene fuerzas armadas y por ésa razón, actúa de esa manera.
De igual manera, Panamá, Colombia, Chile, Perú y otros países de latinoamérica se expresaron en la ONU, con asuntos que bien pueden debatirse de manera pacífica y en su región. Por ejemplo: ¿Para qué sirve MERCOSUR, SICA,UNASUR? ¿Acaso, no sería lo idóneo, que se debatan esos temas en esos foros?¿Los acuerdos, que ya tienen soluciones se tienen que llevar a la ONU?
Los temas regionales, deben quedarse en sus regiones, Estados Unidos con sobrada razón se queja que América Latina no cumple con los tratados y ha quedado ratificado en la exposición de temas expuestos por presidentes de naciones Latinoamericanas, en los turnos que les concedieron.
La tensión que se vive en Centroamérica, es un asunto que la Haya, que es el tribunal de justicia internacional, dictaminó las senticias limítrofes de Costa Rica y Nicaragua. Panamá y Nicaragua, Perú y Chile, con los conflictos generados por la disputa, sobre a quién le pertenece un pedazo de mar.
El foro de la ONU, no se debe opacar, para exponer temas regionales, sería de gran utilidad que se comience a trabajar en esa póliza.
El mundo está globalizado, no se puede jugar con el progreso, hay un trabajo, que tiene que hacer el SICA y MERCOSUR, que como trabajan en conjunto; deben inclusive fusionar esa organización.
Los acuerdos plurales de Comunidad Andina de Naciones, se deben solucionar en sus propios foros.
América Latina, necesita unirse, para crear un futuro de esperanza y progreso para sus ciudadanos. El mundo no puede seguir asi, los latinoamericanos son gente de moral, buenas costumbres, héroes y patriotas. No hay por qué lavar los platos de casa en países que no tienen en agenda ayudar a América Latina.Urge fortalecer las economías para evitar que sus agendas no dependan de Estados Unidos. Con esfuerzos conjuntos, hay que demostrar con hechos por qué Cristóbal Colón puso en marcha “descubrir américa”. Los descubridores saquearon nuestros países y se llevaron las riquezas naturales, corrompieron la vida de los indígenas, hasta salvajemente acabar con ellos.
América Latina, tiene que buscar y encontrar soluciones en sus territorios, para evitar tantos bochornos que sociedades desarrolladas les hacen a diario.