Pujols en Baja, ¿Temporal o Definitivo?

Es harto conocido el nivel de excelencia que mantuvo el slugger dominicano Albert Pujols con los Cardenales de San Luis en sus primeros diez años en las Grandes Ligas, al punto de que sus estadísticas en dicho lapso reflejaron un nivel de eficiencia en términos ofensivos sólo equiparable al experimentado por Ted Williams y Joe DiMaggio en el mismo período.

Para nadie es un secreto que ningún atleta puede mantener el nivel de calidad que el exhibido en su denominado «prime» o «tope», no obstante, en el caso que nos ocupa, la merma ofensiva que ha experimentado el dominicano es notable y, por demás, preocupante.

Para darle base de sustentación a nuestro análisis, veamos un cuadro estadística basado en los denominados porcentajes de bateo, léase, promedio (AVG), porcentaje de embasa (OBP), porcentaje de slugging (SLG) y OPS (OBP + SLG), entre otros:

 . Se que muchos de ustedes, amables lectores, argumentarán la tesis de que es natural que se produzca un descenso estadístico, producto, entre otros factores, del factor edad, el cambio de liga, etc., no obstante, y es lo que queremos llevar al ánimo de ustedes, lo sucedido con Pujols adquiere ribetes de preocupación; esto así porque, al revisar los principales renglones estadísticos en lo que respecta a los porcentajes de bateo y sus respectivas frecuencias, tanto en lo relativo a los cuadrangulares como a las remolcadas, debemos llegar a la obligada conclusión de que el dominicano ha pasado de ser un virtuoso del bateo a un bateador regular en las Grandes Ligas.

Si tomamos como parámetro el promedio de bateo, notamos una diferencia de 55 puntos; de .328 con los Cardenales a un «decente» .273; esa marcada diferencia es consustancial a lo experimentado en los restantes renglones de los porcentajes de bateo, a saber, OBP (de .420 con San Luis a .335 con Ahaeim); SLG (de .617 a .481); OPS (de 1.037 a .816) y el OPS Ajustado (OPS+), el cual ha descendido de un formidable 170 a un modesto 128.

Finalmente, si echamos un vistazo a las frecuencias, tanto jonronera como empujadora, se advierte también una significativa merma estadística.

En lo que respecta a los cuadrangulares, con los Cardenales de San Luis el dominicano conectaba un cuadrangular por cada 14.2 turnos al bate, en tanto que con los Angelinos de los Angeles de Anaheim, Pujols necesita casi 8 turnos más que los que necesitaba con San Luis para conectar un cuadrangular (21.77). El mismo fenómeno se da con la frecuencia empujadora, a pesar de que reconocemos que este cociente es consustancial a la cantidad de corredores que el bateador encuentre, como es natural, en las bases al momento de agotar un turno; es decir, esta estadística está supeditada a la eficiencia, por así decirlo, de sus compañeros de equipo en lo relativo a la capacidad de embasarse. Veamos, con los Cardenales, Pujols, remolcaba una carrera por cada 4.7 turnos oficiales al bate y con Anaheim necesita tres turnos más para llevar al plato una carrera (7.8).

Quien suscribe, entiende que el dominicano puede sobreponerse a dos temporadas por debajo (2012 y 2013), basado en el hecho cierto de que, según lo externado por el propio jugador, se encuentra totalmente recuperado de la fascitis plantar que le aquejaba y tomando en cuenta un año más de experiencia en el más joven de los circuitos, nos atrevemos a asegurar que aún el dominicano puede poner buenos números, digamos que con una línea ofensiva de .300 de promedio, 30 o más cuadrangulares y 100 o más remolcadas.

Qué opina usted, amable lector?

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