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El nuevo siglo ha traído tragedias, crisis y para variar epidemias en distintas partes del planeta.
Virus como HIV, Dengue, Chikungunya entre otras peligrosas enfermedades que amenazan con convertirse en pandemias a nivel mundial, asustan al más mortal de los hombres sobre la faz de la tierra.
El brote de Ebola, que data desde la década de los 70 en el continente africano, mantiene en vilo a los organismos internacionales que han decretado una «emergencia sanitaria internacional».
Lo que asusta y llena de espanto es que los primeros casos de Ebola se detectan en 1976 y a la fecha no hay vacuna, medicamentos ni mucho menos ha salido una voz responsable que desnude la irresponsabilidad de los laboratorios que han sacado cócteles para el virus del SIDA, que al igual que el Ebola, se informo que la cepa que contagia el virus viene del mono.
Al parecer como se trata de Sierra Leona, Zaire(hoy la República Democrática del Congo), Nigeria y Liberia, países donde la escasez de agua, alimentos y los altos niveles de insalubridad que son el pan de cada día de esos países, no pueden «comprar» medicamentos; las grandes farmacéuticas diseminadas en países desarrollados les importa un bledo que se muera la gente y han dicho que probablemente una vacuna pudiese estar lista en el 2015.
¿Dónde están las organizaciones que deben velar por la salud? ¿Acaso Médicos sin fronteras eran los llamados a emitir la alerta? ¿Que harán los ministros de salud de países pobres ante la alerta de emergencia sanitaria internacional?
Las desigualdades sociales son temas de nunca acabar, pero que se llegue al descaro de alertar porque es posible que el Ebola se expanda a distintos países es un crimen que afecta como siempre a los menos afortunados. La gente de «a pie» que se levanta y sale de sus hogares con el estómago en pijamas, como se diría en buen dominicano, ¿sabrán que el Ebola es un virus mortal? ¿Qué medidas se tomarán en América Latina para enfrentar un eventual contagio, que por los ejemplos de médicos, enfermeras y misioneros que se han contagiado en África en sus misiones humanitarias están aislados en hospitales de USA y España?
Así como las guerras atraen atención, por el gran movimiento de dinero que generan por la adquisición de armas, municiones y todo lo que se necesita para «matar al enemigo» de igual manera se requiere ir en auxilio de «Emergencia» a dar apoyo a esos cientos de personas que son vistas por fotos a diario tiradas en las calles y abandonadas a sus suertes. No es lo mismo hablar de solidaridad que enfrentar como en su momento lo han hecho religiosos de la talla de La Madre Teresa de Calcuta, los cientos de voluntarios que están en los lugares más apartados del mundo tratando de aliviar el sufrimiento que viven a diario ancianos, desamparados, niños que desde su nacimiento traen el sello de la muerte, por la desnutrición con que sus madres los han concebido. Es un panorama triste, pero al parecer los conflictos de siempre en Israel contra Palestina, ahora Irak de nuevo que tienen la suerte de ser «apoyados» para que no abusen de los religiosos que están siendo atacados por extremistas han copado la atención de las grandes potencias y los enfermos y contagiados de Ebola, tendrán que seguir muriendo.