Jugar a defender la dignidad y la justicia es como arar en la mar, siempre o casi siempre, los talentos intelectuales y morales en sociedades que descrecen en valores, van colocando a sus ciudadanos a la deriva.
Tenemos a los que hacen lo oportuno, independientes de sus deberes lesionan sin pudor todo lo moral y de igual modo la equidad de la justicia.
Los que teniendo poder, lo mal usan, conservan su rutina de avasallarlo todo, llenan su corazón de prejuicios y se acostumbran de tal modo que ven normal su proceder.
Las estadísticas de los malos hábitos, en relación a la República Dominicana, están preñadas de nombres de gente que, por sus puestos, venden sentencias.
Hay quienes protegidos por sus uniformes delinquen; y otros que alegan: órdenes superiores. , ésto ha permitido los robos y crímenes más exitosos en perjuicio de la sociedad dominicana.
Es capcioso, que se engaveten ciertos expedientes, pura y simplemente porque sí. Y que hasta encumbrados cristianos adultan tanto, cobrando silencios y vendiendo redacciones.
Entendemos que la política es una guerra adonde se vale todo por aquello de que hay que ganar pero sin pensar qué estamos construyendo o destruyendo , valdría pensar, si lo que tenemos hace bien a la generalidad.
Ministerios y ministros por influencia, qué dolor! Es un desperdicio de sudores sí de los sudores de los contados obreros que nos quedan, de las mujeres que al educar a sus hijos con o sin padres presentes, hacen a la nación un aporte de calidad.
Sabemos de honrosas excepciones todavía la pérdida no es total, pero que cuente más el cuerpo y la falda que el talento y la vergüenza es simplemente inconcebible.
Se nos da en ocasiones, que profesionales de diferentes áreas del saber, no han sido insertado al sistema productivo, por una de estas dos razones: no les gustan los partidos o son mal mirados por los que deciden en el entorno socio político.
Me investigué por varios meses y me aprendí detalles importantes, en varios meses de casos ocurridos en los últimos dos años; sin embargo, mencionardo, me parece una barbarie, de todos modos y en muchas partes de la pequeña isla, lo que pasa es un secreto sí, pero a voces claras.
Mejor decir a groso modo, que seria mejor, al menos, atender cada compromiso por el que nos pagan, atender a los hijos con esmero y dedicación, a los estudiantes…. O maestros ,si se entregan más… grande sería el favor a la patria que se traduce para nosotros mismos.
Ya no es el rango social, ni los malos, ojo señores, corrupción, crímenes y vagancia nos están robando la patria. Hagamos algo, no lo permitamos.
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