Alarma en RD por porristas

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Editora en Deporvida
Arelis Reynoso, dominicana. Periodista.
Desde temprana edad inicia en los medios con participaciones en voz comercial de su natal Puerto Plata.

En prensa escrita destacó como reportera de investigación y columnista en rotativos decirculación nacional en República Dominicana.
Reportera y asistente de Editor en El Sol Latino, semanario de la ciudad de Filadelfia Pensilvania. Dado sus destacados logros y liderazgo dentro del medio periodistico en dicha ciudad, fue seleccionada por dos años consecutivos(2005 y 2006) como Personalidad del Año en Hispanic Choice Awards.
Su versatilidad y dinamismo como periodista especializada en deportes, se solidifica en Estados Unidos al crear su columna “ Rincón Latino”.

Ha sido comentarista invitada en la cadena en español de Los Filis, equipo profesional de beisbol de la ciudad del Amor fraterno.

Fue reconocida por la premiación Mundo Latino, como “Mejor reportera hispana” en el 2003. Realizó algunos programas especiales para la filial de Univision, en Filadelfia.

Es egresada del Instituto de Liderazgo Latino, en la primera promoción en el 2002.
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República Dominicana, país caribeño que celebra cada año su liga profesional de béisbol ha pasado con malas notas la manera de seleccionar las jóvenes que animan los equipos en el torneo Otoño-Invernal.

Me animo a escribir sobre el tema, por los reportes que nos llegan a través de la prensa y más aún en la plataforma de comunicación de Twitter.

Resulta que muchachas contratadas por los equipos para animar las graderías, han exagerado sus vestimentas y bailes sobre los club houses. Las damiselas, han confundido la gracia de movimientos que vayan con la música que utilicen para montar sus coreografías,con las de un club reservado para caballeros y no apto para que entren menores.

Estados Unidos, tiene cultura de formar niñas desde edad escolar en esa bella y novedosa manera de entretener los asistentes a eventos deportivos, las animadoras dependiendo el deporte. Todas se visten con ropas llamativas que luzcan atractivas para los bailes que presentan.

El brillo, lentejuelas y atuendos que combinan con ropas sensuales, sin que se suba el tono del público que asiste a un evento deportivo son siempre esperadas por grandes y chicos.
Las audiciones son públicas en escuelas, universidades e institutos. Los encargados de seleccionar las damitas y caballeros que danzan con gracia y estilo buscan más que belleza, destrezas y simpatías.

Inclusive en las universidades las animadoras pueden aplicar para optar por una beca universitaria. Si el índice académico califica, son becadas para que ofrezcan durante el tiempo que dure sus carreras universitarias sus servicios y esa es la paga.

Dicho este detalle, procedo a exhortar a los dueños de equipos y la Liga Dominicana de Béisbol, que revise las audiciones y tenga en cuenta que al stadium asiste usualmente la familia y es una falta grave que se «monten» espectáculos de esa magnitud en un lugar publico donde los niños y niñas estarían presenciando movimientos que son extraordinarios pero en un club nocturno, no en parques de pelota.

Cuando expresó que «seleccionaron las jóvenes y sacaron malas notas» lo digo de manera metafórica, porque no es cierto que haya que llevar damas extranjeras con cuerpos ficticios al país. Es bien sabido por todos que esos glúteos y los perfectos senos, no son de verdad, por lo menos en la mayoría de los casos.

Un baile sensual con elegancia es aplaudido y es grato presenciar, no así los contornos exagerados que a la larga van a alejar a las familias a ver los partidos.

El negocio del béisbol atrae empresas que desean ofertar en las ventas de mercancías ropas y accesorios alegóricos a los equipos, los que venden comidas y bebidas en los parques de béisbol, también quieren formar parte del movimiento productivo que pueden aprovechar para crear nuevos empleos mientras dure al temporada. Cada engranaje del torneo, está llamado a ser consensuado por cada dueño de equipo, quienes junto a la liga acuerdan detalles del montaje completo del evento. Entiendo que no hay excusas para que este tipo de escándalos dañe uno de los entretenimientos más populares del país.

Les toca a los encargados del entretenimiento en el torneo, definir si las damas seguirán siendo otro negocio paralelo al béisbol, donde a lo mejor se pretende atraer caballeros que paguen por una boleta para entrar al parque y se encuentre con un » mercado» de mujeres, que como adultas también deben evitar hacer de sus artes un desagradable espectáculo que en vez de sumarles les resta; por aquello que todo tiene su momento.

 

Hasta la próxima entrega, dilectos lectores!

BEISBOL DOMINICANO