Jhimy Castillo – Enfocado en ser la próxima estrella del baloncesto dominicano

Una historia que vale la pena leer…

Cuando se ponen todas las energías en algo, de inmediato las circunstancias conspiran a tu favor y los sueños se convierten en realidad. Nuevamente Deporvida.net, trae la historia de un joven dominicano con excelentes condiciones para destacarse en el baloncesto.

Jhimy Castillo, es un joven nacido en Villa Altagracia, San Cristóbal, el 5 de enero 1997. Desde pequeño, se interesó por el deporte, pero como la mayoría de los dominicanos jugaba béisbol.

A los seis años de edad, tuvo que separarse de su madre, Paulina Castillo Beato, quién emigró hacia Puerto Rico, en busca de un mejor futuro para su familia. Parte de su niñez, la pasó con su abuela y sus hermanos, nos contó que fueron momentos difíciles, pero que siempre se mantuvieron unidos.

En el año 2007, muere su abuela y quedó prácticamente solo, junto a sus hermanos, y una tía que los visitaba periódicamente. Se mantenía en contacto vía telefónica con su madre, quién siempre estuvo al tanto de sus hijos.

A sus 16 años de edad, fueron sus inicios formales en las canchas, dejando atrás el béisbol. El club Barrio Duarte, con el profesor Jhony Reyes, fue el primer escenario en dónde Jhimy practicó baloncesto. Más adelante se traslada a la capital y comienza a practicar en el club Mauricio Báez, con el exjugador Henry «La Boa» Paulino.

Participó en varios torneos, representando al club Mauricio Báez en la categoría juvenil, donde se destacó por su atleticismo y su imponente estatura, 6 pies y 11 pulgadas. También fue parte del grupo que practicó con miras a participar en el Mundial U-19, celebrado en Grecia, en el año 2015 pero fue cortado del equipo.

El destino le tenía preparado algo a especial a Jhimy, quién a través de su talento ha logrado abrirse muchas puertas en el baloncesto.

Jhimy, ingresará a la universidad de Brodward College, que está dentro de la NJCAA, el próximo mes de Enero, en donde estudiará Ingeniería en Sistemas Computacionales. Obtuvo una beca estudiantil, gracias a la ayuda de Pedro Pablo Pérez, quién es parte fundamental en muchas de las historias de nuestros jóvenes baloncetistas.

Su relación con Pedro Pablo es muy particular, ya que lo conoce a través de su amigo Luis David Montero, quién le habló a Pérez, sobre él. Luego de ponerse en contacto y evaluar su talento, comenzaron a gestionar una escuela en los Estados Unidos, para desarrollar su juego. Lamentablemente en la primera oportunidad no se pudo, porque le fue negada la visa de estudiante.

Unos meses después a Jhimy, obtiene la residencia de Puerto Rico, por su madre y llega a la isla en el mes de Julio. Se comunica con Pérez nuevamente, quién de inmediato lo ayudó en el proceso de sus estudios.

Pedro Pablo, quién es un virtuoso y visionario reclutador de jugadores dominicanos, movió sus fichas en Puerto Rico y conversó con el dirigente histórico, Flor Meléndez y con el ex–jugador dominicano Franklin Western, sobre Jhimy, pidiéndoles a cada uno su ayuda, a lo que ambos respondieron positivamente y sin recibir nada a cambio.

Castillo, manifiesta que ha sido transformado por completo, desde su llegada a Puerto Rico, en el mes de Julio. En los últimos 4 meses, aumentó de 164 a 208 libras.

Su experiencia entrenando con Flor Meléndez, ha sido muy satisfactoria y lo cataloga como el mejor dirigente que le ha tocado, por sus exigencias y consejos sobre el juego.

El técnico, Flor Meléndez, también ofreció declaraciones para Deporvida.net, sobre su estadía con Jhimy y sostuvo que es una pena, que en República Dominicana no se haya descubierto ese talento con anterioridad. También confesó que de haber tenido la oportunidad, de conocerlo en su niñez, hubiera sido una figura del atletismo, destacado en los 400 metros con vallas.

«Un jugador con esas características y 6’11 de estatura, no se ven todos los días. Puede anotar, puede correr, es muy bueno en defensa, lo único que le hace falta es jugar». Flor Meléndez

El técnico también señaló el ímpetu y las ganas de Castillo, quién viajaba en tren desde el sector de Río Piedras hasta Bayamón para practicar, un recorrido de aproximadamente una hora de duración.

Castillo, considera a Flor, como el mejor entrenador que le ha tocado, por sus exigencias, impulsándolo siempre a trabajar duro, y recordándole que tiene que desearlo para obtenerlo.
El ex–selección nacional, Franklin Western y gerente del equipo de Vaqueros de Bayamón, quién también colaboró con Jhimy, en suelo boricua, en su condición de gerente, le facilitó el trainer del equipo, para que trabajara en su físico, igualmente compartió con nosotros, sus impresiones sobre Jhimy Castillo.

La rutina de entrenamiento con Western comenzó con dos días a la semana, simultáneamente con sus prácticas con Meléndez. Según pasó el tiempo los ejercicios aumentaron a tres días por semana, y también jugaban cinco contra cinco, por petición de Jhimy, que en buen dominicano estaba loco por jugar.

“Es un jugador especial, siempre está activo en cancha, le pone con sus 6’11 de estatura juega mucho por fuera y ataca muy bien el aro, tiene un juego parecido al de Charlie Villanueva, pero todavía tiene que seguir trabajando su físico, pero de algo que estoy seguro es que será un jugador diferente a todos en República Dominicana”. Franklin Western
Western, también apuntó que para su corta experiencia, conoce muy bien el juego y siempre pregunta mucho, para seguir mejorando. Las ganas de aprender y trabajar que muestra Castillo, son evidentes ya que todos los días a las siete de la mañana le escribía para ir al gimnasio, algo que describe que sus intenciones de progresar en el juego son reales.
Jhimy también está muy agradecido con Western, lo considera una gran persona, le dió varios consejos acerca de como tenía que sobrellevar las cosas, para ser un mejor jugador.
“Me siento feliz, ya que tengo la oportunidad que todo baloncestista desea,que es seguir jugando y estudiando para lograr mi sueño que es llegar a la NBA”.

Su mayor motivación es su madre, porque la considera un ejemplo de sacrificio, al igual que toda su familia, porque siempre se apoyaron mutuamente.

El mensaje de Jhimy para los jóvenes:

“Luchen por sus sueños, no hay nada imposible, los estudios siempre serán el camino correcto y que así como yo estoy aquí tras mis sueños ustedes también lo pueden hacer”