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Vemos con pausa y sin prisa lo que se vive en lo que va de año en el mundo de los creyentes católicos que crecimos en esta religión.
Tras la renuncia de Benedicto XVI y la toma de poseción de Francisco, no hay fórmulas que puedan juntar las piezas que han resquebrajado la Iglesia Católica en el mundo.
Sin embargo, concrentrándonos en lo que tenemos a mano, existe una vía potable para ayudar a buscar un renacer en la Fé que permita unir voluntades y encontrar el consenso; donde los Ortodoxos, Anglicanos, asi como otras religiones y denominaciones podamos unirnos.
Hay que abolir lo que nos divide. Tenemos que sumar y multiplicar, para que la Fe, la esperanza y la paz logre que los millones de seres humanos con sed de servir en sus comunidades puedan ir en una misma dirección.: Llevar el amor de Cristo a todos los rincones del mundo.
Servir a los más necesitados y no desmayar el entusiasmo por ayudar al prójimo, sin encontrar cortapisas, que les derrumbe sus buenas intenciones de desarrollar una agenda que nos una.
Religiosos, monjas, laicos y los líderes jóvenes de la Iglesia que puedan lograr con la fuerza del amor de Dios lo que es imposible para los hombres.
Este planteamisento y exhortación que hacemos con el alma, lleva siglos que no se ha podido lograr. El mundo necesita unidad y la Fé es el mejor camino para evitar el anunciado “choque de civilizaciones” que será inminente porque viene rompiendo fuente.
Las luchas de poder se ganan con la victoria de Dios en los hombres. Dios es el mismo Hoy Mañana y Siempre. No hay otro camino, por lo tanto unámonos. Seamos testigos de que todo es posible. “Si Dios contigo Quién contra tí”.