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La situación de Venezuela se agudiza y conforme pasan los días las protestas pacíficas convocadas por la oposición es la esperanza de un pueblo que lucha por recuperar que se restaure el orden constitucional.
Nicolás Maduro soltó el velo que cubría de manera invisible su verdadera cara y ante casos escandalosos como por ejemplo los sobrinos de la primera dama presos en Nueva York acusados de narcotraficantes y en espera de lectura de sentencia, nombrar en su gabinete personajes señalados como narcotraficantes, entre otros delitos que violan los derechos humanos y el fallar a los compromisos adquiridos como nación de cumplir los tratados firmados por el país en las organizaciones internacionales; avalan el desastre que es para Venezuela tener a Maduro en el poder.
Sin pena ni gloria pasan los días los venezolanos y comer basura, estar impedidos de tener atenciones médicas y mucho peor no poder adquirir medicinas porque los hospitales son una especie de «cavernas» ; es tristemente la realidad de uno de los países más prósperos del hemisferio.
Atrás quedaron los esfuerzos de una oposición que ha sabido esperar con paciencia la oportunidad de revertir los daños causados por Maduro y su gabinete.
Las últimas elecciones que se llevaron a cabo en Venezuela fueron ganadas de manera arrolladora por la oposición, que es la mayoría en la Asamblea Nacional.(Cabe destacar que la Asamblea Nacional fue eliminada y tras la reacción internacional se hizo el simulacro que ya puede funcionar) La lectura que hasta un ciego puede leer en la orden de Maduro para que secuestraran la Asamblea unicameral que funciona en Venezuela y que el propio Maduro ha dicho en sus peroratas matinales, nocturnas o de fin de semana acerca de su desconocimiento de lo que la Asamblea decida; no necesita de traductor para saber que todo lo que leen sus funcionarios es por orden de su facción.
Lamentablemente, las sesiones de la Asamblea elegida por el pueblo, son inoperantes. El «montar» un alegado tribunal superior que dirige un personaje acusado de asesinar varias personas que huyó a un exilio que no le resultó; es una burla al sufrido pueblo venezolano.
El vicepresidente, que ha sido señalado como narcotraficante por la agencia antidrogas norteamericana, así como imputación de lavado de dinero y el cabecilla de una red que vende pasaportes y cédulas venezolanas a ciudadanos sirios;son otras aristas que han embarrado aún más el alicaído gobierno de Maduro.
Para varias la fiscal general ha leído un comunicado que explica estar en desacuerdo con la medida de quitar la Asamblea de manera arbitraria y ella misma ha definido que Maduro con dicha acción se ha dado un auto golpe de estado.
La funcionaria chavista, quien se nota esta inconforme con los movimientos de repartición de poderes, ya que el «botín» lo han manejado en cuatro años un reducido grupo de los hombres del finado Hugo Chávez; no midió las consecuencias de su pronunciamiento y luego de su alocución no se le ha visto ni en los «centros espiritistas».
Maduro arma su gente
Analistas internacionales y trabajos periodísticos que han hecho importantes medios fuera de Venezuela, dan cuenta que una guerra civil no es posible en el escenario que es un secreto a voces ocurre en suelo venezolano.
Maduro, ha invertido dinero en armas que repartió a la población que sigue y aúpa su mal llamado gobierno.
Sus salidas del país se hacen como si en vez de ser presidente fuera un ciudadano que administra una empresa familiar.
Maduro, ha abierto un show de salsa en la radio, danza en las narices de un pueblo que recibe chistes del llamado presidente. La guerra o revolución bolivariana, donde dicho sea de paso no ha librado la primera batalla, se mantiene con la asesoría de Cuba que alegadamente, alberga en Caracas un contingente militar que esta adiestrado para hacer el proceso de instalar una dictadura al estilo Cuba en los tiempos del difunto tirano Fidel Castro.
Los viajes constantes por cualquier pretexto de Maduro y su séquito a la Habana, dan una sutil impresión que en uno de esos viajes podría haber un escenario fatal para la población civil que sale a protestar sin armas.
La cadena de marchas que recién se han escenificado en Venezuela son la vía que el pueblo piensa les puede devolver presionar a una convocatoria electoral urgente.
La Policía bolivariana, ha matado civiles, detenido manifestantes en su mayoría estudiantes entre los que alegadamente hay menores de edad encarcelados, golpean a mansalva a quiénes se les antoje y las crónicas al final del día se describen por Maduro y su banda como «guarimberos» «desestabilizadores de paz» «terroristas» motes que son reseñados en los medios que Maduro mantiene en pie.
Plan Internacional
Un limbo, es la interpretación que se puede dar a las diligencias de la OEA, los mediadores en la crisis, donde hay que destacar al Vaticano que fue utilizado para en nombre de la Iglesia Católica » hacer un diálogo» para ganar tiempo y dejar entretenidos hasta los representantes de Dios en la tierra. De nada ha valido los mediadores de ex presidentes que han perdido el tiempo en hacer entrar en razón a Maduro para que convoque elecciones.
La ONU, también ha tocado con «paños tibios» la crisis sin la fuerza que debe primar en una hecatombe como la que se vive en Venezuela.
Luego de los «amagar y no dar» de Almagro, que perdió la oportunidad de aplicar la Carta democrática, las gestiones que se habían avanzado quedaron atrás.
Inhabilitar líderes de oposición, amedrentar mujeres y abusar de la fuerza militar que lanza hasta gases lacrimógenos desde helicópteros es respuesta de las marchas que Maduro y su banda han decidido implementar.
El colmo del gobernante a su regreso de un viaje a Cuba, donde alegadamente tuvo una reunión con el Alba, institución que fundó Chávez para tener impacto regional; le mostró a Maduro que la gente que lo recibió a ritmo de huevos y tomates ya ha perdido el miedo y no saldrá de las calles.
¡Fuerza Venezolanos no se rindan!