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Tras el inicio de la presente temporada de la NBA se comienzan a sentir los efectos de los ajustes y desarrollo de química que se tienen que dar por ley natural, ante los nuevos jugadores en varias franquicias.
En el Oeste, por ejemplo, el ingreso de Paul George y Carmelo Anthony que van después de jugar en el Este donde junto a Westbrook conforman el big three; el dirigente Donovan tiene la tarea junto a su staff de coaches de solidificar el potencial que tiene en su quinteto. No es verdad que en 10 partidos por estar juntos la combinación de veteranía y fuste de MVP van a ganar todos los partidos.
Los Lakers, con una casaca de juventud combinado con jugadores nuevos que tienen experiencia en la liga, pero que de igual manera, tienen por ejemplo a López jugando como centro que también llega de la división Este.
La adaptación de jugar un estilo diferente y estar residiendo en una parte del país donde empezando por los horarios toma su tiempo para adaptarse, es otro factor a considerar, a la hora de analizar objetivamente, si los resultados son como se esperaban.
GM’s Negocian
Los gerentes generales, tienen como único oficio en las franquicias de la liga, nivelar equipos que puedan ser competitivos, donde la meta es ganar campeonatos. Establecer un quinteto sólido, implica muchas veces salir de figuras claves y que podrían parecer hasta crueles. Cito el caso de Dany Angie, de los Celtics, que tuvo que hacer un traspaso con los Cavaliers donde envió a varios jugadores, incluyendo a Ishaias Thomas por el estelar y veterano Kyrie Irving.
Los primeros sorprendidos fueron los fanáticos, que en una ciudad deportiva como Boston, abuchean hasta sus propios jugadores si no están ganando.
En el caso de los Celtics hay que considerar que es la franquicia más ganadora de la liga y no está dentro de las franquicias que les ha costado décadas de esfuerzos para optar por un campeonato.
Hay que destacar que la NBA, tiene un amplio universo de jugadores estelares que están inclusive en el Salón de la fama del baloncesto, sin haber ganado un campeonato.
Los gerentes generales, quieren resultados, conservar el puesto es un tema y dar resultados a sus jefes es el vital.
Danza Millonaria
Los inicios de la NBA estuvo plagado por una serie de situaciones que iban desde problemas de drogas y alcohol, hasta adicciones como juegos de casinos y sexo.
Era común, por decirlo de manera clara, ver titulares periodísticos anunciando que habían detenido a un jugador por manejar borracho y con peste a “pasto”; nombre que les daban en el bajo mundo a los consumidores de marihuana.
A pesar que no habían salarios tan altos, los jugadores tenían a su alrededor el mismo ambiente que los de ahora. La diferencia es que esta generación tiene un poder adquisitivo más sólido.
No es lo mismo ganar en una quincena 3 mil dólares a 2 millones en un mes. Después del pago de impuestos, los sueldos netos siguen siendo jugosos.
Otro factor importante, los patrocinios y ganancias por concepto de los derechos que son negocios entre la liga y sus socios.
Venta de franelas, mercancías de los equipos y para variar las entradas por concepto de anunciantes.
Estos factores combinados, han ocasionado que la liga pueda ofertar más de 200 millones por un contrato a un jugador, que a parte de merecido, porque son ellos los que han puesto la liga en el nivel que está en todo el planeta, merecen tener privilegios y beneficios que son ganados a pulso.
Expectativas
Con un balance positivo en lo relativo a fechas de juego y días de asueto, la liga ha logrado en acuerdos con la asociación de jugadores, mejorar los calendarios.
Es bueno destacar, que una maratónica temporada, donde a parte de los 82 juegos de calendario que inician en el otoño y si los equipos disputan la gran final, se extienden hasta el verano, hay que considerar que estamos hablando de humanos, no de robots programados.
Dormir, acoplarse a los viajes y poder equilibra compromisos del equipo con labores comunitarias que exige la liga a cada jugador, conforman todo un diario de trabajos que a veces es ignorado y las críticas son la comidilla de los periodistas que cumplen con hacer su trabajo.
Jugar los minutos reglamentarios cada noche y de ser necesarios, tiempos extras para definir un partido, no es para minimizar el esfuerzo colectivo de ningún equipo. Pero, les luce a los fanáticos, que pagan para ver los juegos, no así a quienes comen de sus escritos y análisis por radio o televisión. Los trabajadores de la prensa tienen sus vidas, igual que los atletas, con la diferencia que no tienen un oficio que los hará millonarios por sus horas de trabajo, como ocurre con esta generación de NBA.
Comentar con “fanatismo”
Los nuevos tiempos han traído la novedad en cuanto a baloncesto se refiere, que haya una apertura de personas en los medios que no son periodistas ni locutores. Un golpe de suerte, puede llevar a un fanático a estar detrás de un micrófono hablando de su deporte y jugador favorito.
De igual manera, la NBA tiene su propio canal de televisión con una programación 24 horas todo el año, en esa plataforma se pueden ver ex jugadores haciendo de comentaristas y analistas. Válido y muy refrescante, que los que un día fueron los protagonistas, hoy midan con el látigo de sus palabras lo que en su momento les tocó a ellos.
La única diferencia es que mientras ellos jugaban no podían escuchar lo que se decía de ellos, en cambio pueden ahora decir “Marranos” y cuantos epítetos se les ocurra a un jugador y no pasa nada.
Se puede notar con mucha facilidad, cuáles son los equipos favoritos de esta nueva camada de comentaristas y sobre todo los escritores, están a sus anchas de relatar que en el oeste y el Este está “escrito” quienes van a disputar el campeonato.
Olvidan que una franquicia por más minimizada que sea y sin grandes figuras, está en igualdad de condiciones de colarse en post temporada.
Largo Camino
Entre juegos ganados y perdidos, pasando por el desarrollo entre la química y mística que cada equipo tiene pautado; la presente temporada será interesante.
Novatos sensacionales, el quiebre de récords e implementación de nuevos y por supuesto las gratas nuevas pólizas que permiten que los equipos sean patrocinados por empresas cuyo logo habrá de estar en las franelas de los equipos, ha sido de las novedades que trae la NBA.
Por primera vez se puede traspasar ese rígido formato que solo una empresa podría aspirar a confeccionar los uniformes. Este mundo globalizado, se encamina hacer por ejemplo en el caso del baloncesto una verdadera serie mundial en un futuro cercano, entre otro continente y la NBA.
Así como hay en la liga jugadores de todas partes, es propio aspirar a que las inversiones en otros países y continentes; sigan ampliando empleos para tanto talento que hoy día está sin trabajo en la mejor liga del mundo.
El camino es largo y el objetivo uno, ganar la temporada 2017-2018. Para tal meta sólo queda esperar, la suerte está echada. Hasta la próxima entrega, dilectos lectores!